El ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, anunció la intervención de la empresa Coviares, que explota la Autopista Buenos Aires-La Plata y expresó que la decisión fue adoptada para “conocer los ingresos y egresos” de la firma.
Arlía desñizó que la medida se inscribe en la obligación del gobierno de “controlar” y obligar a “que se cumplan los contratos vigentes”, para “mejorar el estado de la traza” y para “poner en marcha la construcción de la tercera vía”.
Aún así, Arlía declaró que dispuso “la intervención administrativa temporal” de la empresa vial, sólo “para conocer los ingresos y egresos que se producen”.
Explicando las razones de la medida, el funcionario explicó que “no partimos de sospechas, queremos verificar la transparencia de los ingresos, porque no tenemos certezas de los números”. Además, Arlía justificó la obligación del Gobierno provincial, que tiene la atribución de “controlar y hacer que se cumplan los contratos vigentes o reformularlos para que se cumpla con los objetivos que la Provincia marca, en función de los reclamos de los usuarios sobre cómo debe ser la transitabilidad”.
En su cuestionamiento sobre el accionar empresarial, el funcionario explicó que “la autopista tiene que mejorar el estado de la traza, se tiene que expandir y se tiene que poner en marcha la construcción de la tercera vía. Este año queremos tener al menos el tramo de Quilmes a Hudson”, advirtió.
La obra que encarará el Gobierno provincial es “la principal respuesta” que éste debe otorgarles a los usuarios de la vía, “que se quejan por la tarifa y por el mal servicio que reciben”, sostuvo el ministro.
Finalmente, Arlía estableció que es necesario “hacer bien las cosas, que la autopista funcione como corresponde, luego se pueden discutir las cuestiones financieras de la empresa”.
Conflictos viales
Coviares es la misma empresa que, con el nombre de Covimet, construyó en la Ciudad de Buenos Aires la traza de la Autopista Illia, que se extiende a lo largo de tres kilómetros y medio, entre el fin de la Avenida General Paz y la Avenida Libertador General San Martín.
La obra fue diseñada por el entonces intendente de la dictadura, Osvaldo Cacciatore y luego concretada a lo largo de los mandatos de varios de los intendentes de la democracia. Entre estrategias de enredos, ingeniería financiera italiana, manejos políticos poco claros de los funcionarios y siempre haciendo lo mínimo imposible, la empresa cobró varias veces el valor establecido en los pliegos.
Tanto cobró Covimet que alguna vez el gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, declaró, tras recibir algún cuestionamiento por la autopista que construyó entre San Luis Capital y el límite con Mendoza, a lo largo de 212 kilómetros que éste se defendió esgrimiendo que sus costos habían sido similares a los de la autopista Illia. La única diferencia es que una tiene más de 200 kilómetros y la otra, sólo un poco más de tres.
