Cristina y la Favaloro, trastienda de un chequeo que no fue

Cristina y la Favaloro, trastienda de un chequeo que no fue

En exclusiva, Noticias Urbanas accedió a la trastienda del chequeo que no fue de la presidenta Cristina Kirchner. El descontento en la Fundación Favaloro por su ausencia.


Luego de que Noticias Urbanas adelantara que la presidenta Cristina Kirchner se sometería a un chequeo médico en el hospital de la Fundación Favaloro, con motivo de cumplirse un año de su operación por una colección subdural crónica, la presión mediática hizo llegar el tema a oídos del propio jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Durante su habitual contacto con la prensa, el pasado viernes, el ministro coordinador se negó a revelar si Cristina se realizaría esos estudios.

“La presidenta está extraordinariamente bien de salud y muy activa en el trabajo cotidiano”, señaló el funcionario, quien de todos modos se encargó de aclarar que la “comunicación” sobre el asunto estaba a cargo del vocero Alfredo Scoccimarro, y del secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli.

La visita de la mandataria a la institución estaba pautada para las 7. Pero a raíz de la multitudinaria guardia periodística que se montó en las inmediaciones de la sede de la fundación, situada en Av. Belgrano 1746, la custodia presidencial decidió abortar el plan. La decisión se conoció cerca de las 10.30.

Oficialmente, desde la Favaloro reconocieron que Cristina Kirchner debe concretar el mencionado chequeo -que viene postergando desde el pasado 11 de octubre- aunque diplomáticamente se excusaron de dar precisiones, al señalar que “no hay una fecha pautada” para llevar a cabo la revisión. Sin embargo, Noticias Urbanas pudo saber en detalle cómo transcurrieron las horas en que se definía la asistencia de la Presidenta al hospital.

A las 5 del viernes, la arquitecta encargada de acondicionar las salas donde se atendería Cristina arribó a la fundación; mientras que a las 6 lo hizo la custodia presidencial. En la institución ya habían preparado los pisos primero, segundo y octavo, exclusivamente, para que la mandataria pudiera realizarse los chequeos pendientes.

Incluso, los máximos responsables del hospital decidieron reubicar y reprogramar a los pacientes que debían atenderse en el segundo piso. Ya que uno de los habituales pedidos de Cristina es que “nadie la vea”, por lo que los pasillos y salones contiguos deben permanecer vacíos mientras ella se encuentre en el lugar. Otra de las demandas de la Presidenta es que haya un ascensor de uso exclusivo para ella y sus acompañantes.

Durante la tarde noche del jueves, se habían trasladado los equipos necesarios para realizar los estudios. Los mismos fueron traídos de la sede que la Fundación Favaloro tiene en Pilar, donde los especialistas de la institución trabajan casi específicamente en lo que se refiere al mundo de la neurociencia. Finalmente, y a pesar de haberse preparado todo en las condiciones necesarias para que la visita presidencial se desarrollara exitosamente, Cristina decidió no ir.

Esta resolución generó un enorme malestar puertas adentro de la Fundación. Ya que, si bien horas después la Unidad Médica Presidencial dio a conocer un comunicado, donde se anunciaba que la mandataria padecía una faringitis que le demandaría 48 horas de reposo, en la institución médica desconfían de la veracidad del parte. Y alegan que se trata de un simple “berrinche” de la Presidenta, como consecuencia de que su presencia en la fundación trascendiera con anterioridad a concretarse.

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