Milei se abrazó con Macri y dijo que la oposición busca “desestabilizarlo”

Milei se abrazó con Macri y dijo que la oposición busca “desestabilizarlo”

El Presidente habló en la Fundación Libertad y defendió su gestión.


El presidente Javier Milei cerró la cena anual de la Fundación Libertad con un discurso que incluyó chicanas y burlas a la oposición y a los economistas que lo critican. Su participación fue precedida por el de su par uruguayo Luis Lacalle Pou. El locutor pidió silenciar los teléfonos celulares y entonces entró el líder de La Libertad Avanza (LLA). “Hola a todos”, entonó, como en la campaña electoral, cuando cantaba Panic Show, la canción de La Renga. “Si no, no sería yo”, aclaró entre risas.

El discurso de Milei se centró al principio en teoría económica e inflación, pero luego viró para cuestionar a la oposición, en algunos casos, con insultos. Milei advirtió al Congreso: “Tiren la Ley Ómnibus hagan lo que quieran”. Luego añadió: “Lo vamos a lograr a pesar de la política”. Lo hizo al reivindicar su gestión, envalentonado por los resultados de la administración: “Logramos déficit cero en el primer mes”. También sostuvo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se quedó corto con sus pronósticos sobre la Argentina y vaticinó que habrá una inflación de 5% hacia fin de año.

“La economía va a subir como pedo de buzo”, manifestó. Trató de soviético al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y se refirió al conflicto con las universidades: “Usan causas nobles para desestabilizar a un Gobierno, porque saben que pierden y no vuelven más”. Había escrito algo similar durante la mañana, con dardos al vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, al senador nacional Martín Lousteau y el kirchnerismo.

Elogió a Mauricio Macri (luego se fundieron en un abrazo), a Federico Sturzenegger, a Luis Caputo, a Patricia Bullrich y a “todos los Messi” de su equipo.

Atacó al expresidente Alberto Fernández y al mandatario bonaerense: “El gobierno delincuente que nos precedió emitió 28 puntos del PBI, manga de chorros. De esos 28, en el último año emitieron 13 puntos. Nos dejaron implícita una multiplicación de precios por 5 veces. Y un Banco Central quebrado. Nos dejaron sobrantes monetarios. Nos íbamos a encontrar con una inflación en torno al 15.000%. Ese chico, el soviético que está en la provincia, decía que era una exageración”.

“Dada la discusión tan presente sobre la inflación y el tipo de cambios en la Argentina, y dado que estoy ante un público calificado, la intención de esta charla es contarle cómo es nuestra visión de cómo atacar y exterminar el problema de la inflación que tiene una fecha de inicio clara que es cuando se creó el Banco Central”, comenzó el mandatario. “Creí que tener un banco central era posible. Cuando tuvimos el mejor banco que precedió Federico [Sturzenegger] pensé que podíamos tenerlo hasta el 28 de diciembre de 2017 que se lo llevaron puesto y gatilló el regreso del kirchnerismo. Al Banco Central ya lo voy a agarrar, es cuestión de tiempo”, manifestó.

En otro tramo de su ponencia se refirió a la marcha universitaria y atacó a la oposición: “Utilizan causas nobles para tratar de desestabilizar un gobierno, porque saben que van a perder y no vuelven más, en 2025″. Más temprano dijo algo similar al asegurar que tratan de “montarse sobre una mentira para promover sus intereses”. A través de un posteo en X, titulado con la frase “Causas nobles. Motivos oscuros”, el jefe de Estado habló sobre presuntas intenciones y/o personajes que se “escudaron” detrás de la convocatoria.

“Los que dicen que había atraso cambiario, son los mismos que pedían el dólar a 600″, dijo, en tono enfático Milei. Parafraseó a algunos de ellos, sin nombrarlos, pero en modo de burla. “Decían ‘es imposible el déficit cero’”. Consideró que dadas las medidas adoptadas por su equipo económico, la economía “va a subir como p… de buzo”. Estimó que los planes de desarticulación del Banco Central siguen firmes, pero que se llevará a cabo. “Es solo cuestión de tiempo”, aclaró.

“Algo que recomiendo y que los orcos lo entienden perfecto, es reconocer que el poder es un juego de suma cero, si lo tenemos nosotros no lo tienen ellos. Pueden tener los bolsos de López y lo van a seguir negando. Los van a encontrar afanando y lo van a negar”, sugirió sobre parte de la oposición.

Estabilización económica

“Desde que asumimos en diciembre la base monetaria está constante, pese a que compramos reservas, pagamos pasivos remunerados y hubo contracción por superávit fiscal, por eso está bajando la inflación”, estimó sobre los resultados de su política económica.

En ese sentido, fustigó a las voces críticas: “Algunos economistas profesionales, quizás por ignorancia o resentimiento, dicen que no hay plan de estabilización, pero entonces cómo es que baja la inflación. No es casualidad que tengamos 100 años de decadencia si tenemos la cabeza quemada de socialismo en la sangre”, chicaneó.

Sostuvo que existen tres elementos centrales en su proyecto: una política fiscal, una monetaria y una cambiaria. Sobre la primera replicó: “Decían que era imposible conseguirlo en 2024, y hablábamos con Toto y decíamos que lo conseguimos en marzo. Alcanzamos el equilibrio financiero. En lugar de reconocer que le pifiaron dijeron que era poquita motosierra y mucha licuadora. Pregunten qué pasó con la obra pública. Qué pasó con las transferencias discrecionales. Qué pasó con los intermediarios, y los empleados públicos. La motosierra es un poquito más grande. Es la mayor parte del ajuste”.

Por otro lado habló sobre la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue: “Nos encontramos con una brecha del 200%. Ahora dicen que hay un problema de atraso, pero son los mismos que decían que había que poner el dólar a 600. Nosotros lo pusimos en el equivalente a 1000… podrían ser más coherentes para no ser intelectualmente deshonestos”.

Vaticinó que la inflación acumulada para fin de año cumplirá con las exigencias del Fondo Monetario Internacional y cerrará por debajo del 150%. “El Fondo espera que la argentina cierre en 150%, para eso de acá a fin de año el promedio tiene que ser del 5 y medio y hasta fin de año la tasa de inflación va a estar bastante por debajo de eso. Lo estamos logrando. Estamos terminando con la inflación. El Fondo suele ser muy agresivo en las proyecciones, pero esta vez se quedó corto con el ajuste y con la inflación. Siempre que parecían ser el cuco de las cosas que proponían nosotros lo estamos haciendo mucho más rápido”.

El presidente inició su ponencia luego de las respectivas presentaciones de presidentes y exmandatarios tales como Mauricio Macri (a quien Milei elogió), Jorge Quiroga y José María Aznar.

El reencuentro con Mauricio Macri

Muy custodiado, pasadas las 21:30, cuando Javier Milei ingresó por el costado del escenario al enorme salón del primer piso del complejo Goldencenter, con las luces acondicionadas para la ocasión y un pedido especial para silenciar los teléfonos celulares, Mauricio Macri y Patricia Bullrich ya esperaban sentados desde hacía un buen rato en la mesa 5, la principal, acompañados por Luis Lacalle Pou y José María Aznar, entre otros asistentes, además del anfitrión, Gerardo Bongiovanni, el presidente de la Fundación Libertad.

“¡Presi!”, lo abrazó Milei a Macri minutos después de las 22:30 y de un discurso encendido, atravesado por monólogos dignos de un stand-up de la avenida Corrientes, una vez que bajó del escenario. Enseguida, una marea de dirigentes, empresarios, funcionarios, lobistas y curiosos rodeó al presidente para saludarlo. A Maximiliano Pullaro, por ejemplo, parado al costado de su mesa, Milei le dedicó solo un apretón de manos. Con Federico Sturzenegger, por el contrario, que había divisado antes desde el escenario -”Coloso”, lo definió-, se estrujó en un sentido abrazo. Lo mismo con Bullrich, a la que encaró al grito de “¡mi ministra!”. Ya había notado su presencia en el inicio de sus palabras: “¡La doctora Bullrich, genia Patricia!”.

Los tres, Milei, Macri y Bullrich, no se veían, ni en público ni en privado, desde el balotaje, en noviembre pasado, la noche en la que el presidente, el ex presidente y la ministra de Seguridad celebraron en conjunto el triunfo libertario, y la integración entre el Pro y la Libertad Avanza parecía fluir con normalidad.

El reencuentro entre ambos fue demasiado protocolar. Macri ya esperaba sentado en la mesa principal, frente al escenario, junto a su mujer, Juliana Awada, cuando Bullrich se acercó a saludarlo. Según algunos testigos, ella lo felicitó al pasar por quedarse formalmente con la presidencia del Pro, a pesar de la durísima puja que protagonizaron puertas adentro por la estructura del partido; intercambiaron alguna palabra de rigor y la ministra fue a ubicarse en compañía de su pareja, Guillermo Yanco, del otro lado de la mesa. No volvieron a cruzar saludos, según presenció este medio.

Parado, algo incómodo, Macri aprovechó más tarde la marea de invitados que se apiñaba para conseguir un apretón de manos o un abrazo con el presidente para irse del salón por uno de los accesos laterales. Milei hizo lo propio, casi en el mismo momento, por la misma puerta por la que entró una hora atrás, flanqueado por su hermana Karina, cada vez más influyente. Bullrich esperó a que se disiparan los asistentes para sentarse y probar la carne con puré que los mozos empezaban a servir.

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