La FAM fue el tema en el Foro de Intendentes de Cambiemos

La FAM fue el tema en el Foro de Intendentes de Cambiemos

La conmoción interna que provocó el inexplicable desenlace de la elección en la FAM se trasladó al foro que se realizó en Morón. Vidal pudo apagar el fuego, por ahora. ¿Habrá renegociación?.


El siete de octubre pasado, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal asistió al Foro de Intendentes de Cambienos que se realizó en su distrito, Morón, para calmar las aguas procelosas que azotaban la interna entre el Pro y los radicales a partir de la designación de su “enemiga pública” Verónica Magario al frente de la Federación Argentina de Municipios (FAM).

“Gracias por hacer de esta mesa una mesa más grande”, casi se disculpó la mandataria al cerrar la reunión, en la que estuvo flanqueada por el intendente de Vicente López, Jorge Macri y por el de Lanús, Néstor Grindetti. El local Ramiro Tagliaferro, si bien estuvo sentado en la mesa junto a su exesposa, está desde hace tiempo marginado del espacio de las decisiones en el Pro bonaerense.

El día anterior había acaecido la designación de Magario para presidir el organismo que los intendentes de Cambiemos reclamaban para sí y las dudas y el desagrado que campeaban en la reunión -elementos ya conocidos por Vidal- obligaron a ésta a concurrir a Morón para cicatrizar la imprevista herida, algo que no suele hacer habitualmente.

En tren de suavizar la incómoda situación, Vidal presentó a los nuevos integrantes del espacio, que son el ex FPV Hernán Bertellys (Azul), el exvecinalista Carlos Berterret (Coronel Pringles), el ex FPV Ismael Passaglia (San Nicolás), representado en la ocasión por su hijo Manuel y el Renovador Jaime Méndez (San Miguel). Al mismo tiempo, los asesores de la gobernadora diseminaron entre los presentes una serie de mensajes alentadores acerca de futuras incorporaciones al mundo Cambiemos.

Serenidad radical, nervio Pro

Mientras tanto, entre los jefes comunales -más entre los del Pro que entre los radicales- reinaba la perplejidad y la bronca. El propio Jorge Macri era uno de los que se habían pintado la cara. Entretanto, los de la boina blanca ejercían el arte del desdén sobre lo que no se obtuvo, en línea con aquel apotegma que reza que “el que desprecia, compra”. ¿Qué falló en la estrategia?, preguntaban los intendentes y ésa fue la pregunta por la que no obtuvieron respuesta.

Ocurre que el acuerdo con el peronismo estaba cerrado y la que coceó el tablado fue la propia gobernadora. Para ocultar los hechos, hubo quienes culparon a los propios radicales -se los acusó por inacción-, pero el “camouflage” no impidió que quedara instalado que el veto fue de la mandataria, que calificó alguna vez a Magario y a su jefe, Fernando Espinoza como “destituyentes”.

Los radicales, más duchos a la hora de explicar derrotas, desviaron la mirada hacia otro lado. “Si bien es un lugar de poder, nosotros, con todas las cosas que teníamos, no le pusimos atención porque no le encontramos la relevancia para este momento. Posiblemente en los próximos años lo repensemos”, fingió indiferencia uno de sus espadachines.

Los del Pro, en cambio, menos afectos al razonamiento político, apelaron al silencio y a las declaraciones fuera de micrófono, ya que consideraron que los culpables del fracaso en las negociaciones fueron el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, su vice, Sebastián García De Luca y el subsecretario de Gestión Municipal de la cartera, Lucas Delfino.

Los peronistas hacen señales de humo

Desde la vereda de enfrente, el intendente peronista de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, señaló que “cuando bajen un poco los decibeles, más tranquilos, se van a sumar los intendentes del Frente Renovador y los de Cambiemos y después se discutirá nuevamente cuando toque elegir las autoridades”, dejando abierta una puerta que no es seguro que sus adversarios estén dispuestos a trasponer.

Conciente de que una elección unilateral no representa una opción duradera, el joven jefe comunal instó al oficialismo a “entender” que la opción Magario que ellos definieron “no pasa por quedarse con un sello o utilizarlo como una unidad básica” y que la FAM “formalizada a través de una ley nacional” es una herramienta “muy importante”, que debería ser mejor aprovechada.

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