Magario es la presidenta de una FAM con futuro incierto

Magario es la presidenta de una FAM con futuro incierto

Las negociaciones entre el oficialismo y el peronismo fracasaron, por lo que desde Cambiemos amenazan con crear una "nueva FAM", con presupuesto y recursos, vaciando a la de Magario de eso mismo.


El conflicto originado en la elección del presidente de la Federación Argentina de Municipios (FAM), una posición a la que aspiraban tanto los peronistas como los miembros de la coalición gubernamental del Pro y la UCR, culminó de la peor manera: sin acuerdos, con la presencia de unos y con la ausencia de los otros.

La intendente de La Matanza, Verónica Magario fue designada, entonces como presidenta de la entidad que agrupa a los municipios, aunque fue votada solamente por los 200 intendentes peronistas presentes, ante la defección del resto de los jefes comunales de la alianza gobernante y hasta de algunos otros peronistas.

Sí, pero no

El acuerdo parecía cerrado hasta tres o cuatro días antes de la elección, que se realizó el miércoles cinco de octubre último. Hasta ese momento, la opción acordada era que Magario terminaría el mandato aún en curso de Julio Pereyra y luego sería sucedida por el intendente de Córdoba Ramón Mestre y éste, a su vez, lo sería por Gustavo Sáenz, el intendente del Frente Renovador de Salta.

Pero todo desbarrancó en Tecnópolis, el día en que el presidente Macri recibió a 1800 intendentes, cuando el ministro del Interior Rogelio Frigerio, de repente, planteó ante algunos intendentes peronistas que la opción Magario en soledad ya no era factible. A cambio, propuso que se eligiera un triunvirato que incluyera a los tres intendentes que iban a alternarse en el poder. Tan radical fue la ruptura que, ante el cuestionamiento de sus interlocutores, Frigerio amenazó con vaciar la FAM de financiamiento y crear una entidad paralela sólo para los suyos, con recursos y con apoyo gubernamental.

De los 2.200 municipios que existen en el país, unos 800 están adscriptos a la FAM y, de ellos, sólo 200 eligieron a Magario. No hay inocentes en este rubro y todos sabían que votar en soledad significaba romper con el Gobierno nacional y, en especial, con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que habría sido la vanguardia en la pelea por el veto contra Magario.

Un indicio de la actitud de guerra frontal que adoptará el Gobierno nacional la dio el subsecretario de Asuntos Municipales de la Nación, Lucas Delfino, que se lamentó que “nuevamente la FAM quedó reducida a los intendentes kirchneristas del conurbano. En vez de institucionalizar la Federación a favor de los 2000 municipios de la Argentina, institucionalizaron la FAM kirchnerista que mantienen desde hace años”. Se sabe que el enfrentamiento que plantea el Gobierno contra el kirchnerismo es absoluto y radical, por lo que sus palabras se convertirán en hechos en el corto plazo.

Entre los que apoyaron a Magario estuvieron los intentendetes del Grupo Fénix y los del kirchnerismo “puro”, pero sus aliados del Grupo Esmeralda se alejaron de todo posible acuerdo, afirmando que la FAM “no es prioridad” y confirmando que el veto contra Magario provino de Vidal. La fórmula del triunvirato, que parecía la propuesta superadora al veto, no contó con el aval del peronismo, por lo que no hubo acuerdo posible que reuniera a los dos sectores en la mesa.

¿Es el fin?

De ahora en más, el futuro es imprevisible, pero si el oficialismo y la oposición no pudieron acordar una candidatura que expresara una propuesta de crecimiento de los municipios, tampoco habrá una política que los reúna de ahora en más.

¿Será esta circunstancia el fin de la Federación Argentina de Municipios? Porque las palabras de Delfino -que fue la voz cantante del Gobierno en las negociaciones- hacen pensar que, de ahora en más, la entidad tiene los días contados, al menos en cuanto al cumplimiento de los acuerdos comunes, que fueron los que saltaron por los aires el miércoles pasado.

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