María Inés Gorbea: “Tenemos que fortalecer Unen”

María Inés Gorbea: “Tenemos que fortalecer Unen”

Desde el 95 hasta 2000 trabajó en la Anses; más tarde, en Economía, durante la gestión Lousteau, y en la actividad privada. Legisladora desde diciembre, apuesta a la construcción diversa del espacio.


En el encabezado de su cuenta de Twitter, @InesGorbea, se la puede ver, papeles en mano, discutiendo enérgica y concentradamente con Martín Lousteau, su mentor político. María Inés Gorbea, de ella hablamos, es una abogada especializada en derecho administrativo y seguridad social devenida en diputada de la Ciudad por el espacio Suma+ en Unen, desde el 10 de diciembre del año último. Cree que la experiencia legislativa es enriquecedora y que resume, detalle más, detalles menos, lo que imaginaba. Pero Gorbea tiene sus reparos. Un ejemplo: los mecanismos propios de la vieja cultura política, argentina y no tanto, que, entiende, persisten, inconmovibles, se trate del kirchnerismo, se trate del Pro. “El proyecto por el convenio del juego entró un viernes, y el lunes, entre gallos y medianoche, como se suele decir, ya estaba cerrado”, grafica. Y agrega, para ampliar el concepto: “La incorporación de personas nuevas a la política traerá esos cambios tan necesarios”. Habla de las mañas de la cosa pública. Y ese es uno de los frentes, afirma, en los que batalla y batallará Unen.

–Unen es un espacio muy heterogéneo. ¿Cómo están encarando la construcción de cara al año próximo?

–A mí me llama la atención cuando hablan de la heterogeneidad de Unen, porque es un espacio homogéneo en cuanto a valores: honestidad, vocación de servicio, gestión pública. Por supuesto que si nos preguntan por Vaca Muerta, ahí tendremos que consensuar una posición, pero en cuanto a los valores fundamentales que aportan a la construcción, somos un frente homogéneo. Pino habla de ir contra la “mafiosidad” que atraviesa todos los poderes estatales, Lilita contra la corrupción y Martín Lousteau brega por la gestión del Estado. En el fondo, se trata de las mismas concepciones.

–¿Se podría decir que en Unen está desterrado el fantasma de la Alianza?

–Sí, no hay ningún fantasma. La Alianza fue una cosa y Unen es otra, muy distinta. De todos modos, seguimos trabajando para fortalecer el espacio. Falta mucho para 2015 todavía.

–¿Qué lectura hizo de lo acontecido hace unos días, cuando Emiliano Yacobitti, titular de la UCR porteña, declaró que en Unen habría que considerar la posibilidad de trabajar con el Pro hacia 2015, y el frente rechazó esa postura prácticamente de forma unánime? A Yacobitti no le quedó otra que arrepentirse, al menos, públicamente. ¿No los debilitó un gesto de ese tipo?

–El espacio se expresó: no está contemplado unirse con el Pro. Y Yacobitti firmó el documento que manifiesta esa voluntad. Ahora, como te decía, hay que fortalecer Unen.

–¿Y cómo se lo fortalece?

–Reuniéndonos con periodicidad, como nos estamos reuniendo, trabajando hacia nuevos consensos, caminando la calle, interactuando con los vecinos– responde rápido la legisladora, que en Twitter no deja de difundir charlas en los barrios y apariciones mediáticas de @GugaLusto, el exministro de Economía, hoy opositor.

–No hace mucho que Martín Lousteau dijo que no tendría problemas en ir a una interna con el Pro. ¿Eso los fortalece?

–Si dijo eso, fue en el sentido de fortalecer el espacio Unen, como estrategia dentro del espacio. De eso estoy segura.

En primer plano

•Edad. 39 años. “Por un tiempo, seguiré teniendo 30 y pico”, suelta, entre risas.
•Un lugar porteño. La plaza Manuel Belgrano, entre Juramento, Vuelta de Obligado, Echeverría y Cuba, pleno Belgrano.
•Una canción. “Si le preguntaras eso a mi marido (el publicista Jorge D’Odorico), te respondería enseguida. Yo te digo que por estos días estoy escuchando mucho a Nacho Vegas y a Enrique Bunbury.”
•Una red social. Twitter.
•Una cuenta pendiente. “Trato de estar a mano con el pasado y de aceptar lo que me toca”, precisa.
•Postre favorito. La chocotorta.
•La ciudad de Buenos Aires, para María Inés Gorbea, es ideal para tomar café.
•Una frustración. “No ser más alta, aunque eso no depende de mí.”
•Marca de ropa predilecta. Paula Cahen D’Anvers.
•Un accesorio imprescindible. Los pañuelos.
•Marca de género en la política. “Como en toda actividad, por sus características intrínsecas, la mujer deja huella, una impronta. Las mujeres podemos atender distintos frentes al mismo tiempo, y eso nos distingue, sin duda, de los hombres. Nos vamos de casa a la mañana y, en realidad, no nos vamos del todo: seguimos pendientes de los chicos (en su caso, tiene dos hijos, Ema y Santiago), de la comida, de todo. Eso nos da una mirada amplia y mucha sensibilidad. A los hombres, eso no les pasa”, sostiene.

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