Pacto de Mayo: la estrategia imposible de Milei de plagiar a Menem

Pacto de Mayo: la estrategia imposible de Milei de plagiar a Menem

Opinión.


En un complejo escenario, en el cual el tiempo es la variable más valiosa y la extorsión (ya que unos no gustan de la palabra acuerdo y otros de la palabra consenso) es la metodología a aplicar, el Presidente Javier Milei convocó a una gran “Gesta Histórica” para el 25 de mayo de este año que contiene una densa variedad de requisitos previos. Los mismos, para ser transitados en tan solo 85 días, parecieran ser una maratón 42 K con pendiente y en altura, combinada con 50 grados de temperatura, para todos los participantes en el trayecto.  Y acá viven muy pocos keniatas y etíopes.

Estamos en un break de ese conflicto desatado, en el cual los gobernadores provinciales y los actores parlamentarios, sobre todo los diputados nacionales, ganaron el primer round de un combate pactado a doce. Todavía falta mucho y es prematuro evocar a Osvaldo Principi y su ya eternamente clásico: “madura el nocaut”.

Después de mostrar en los primeros 82 días la dirección elegida y la pericia expuesta para transitarla, Milei entendió que el método patrón de estancia no era el adecuado para alinear a la mayoría de la dirigencia política, que deseosa de ayudarlo no encontró el más mínimo resquicio para hacerlo sin prenderse fuego “a lo bonzo”.

Con un escenario interesante por delante, como resultan ser todos los primeros de marzo en nuestro país, Milei combino tres tácticas para diseñar su nueva estrategia de todo o nada. La primera fue presentar su aparición como la de un gobernante sensato y entendedor que por el camino que iba no podía seguir. La segunda fue apelar al sentimiento nacionalista (onda mundial de fútbol) y arengar como Messi antes del partido a una ciudadanía golpeada que desea la cuarta estrella más que cualquier otra cosa, prometiendo su seguro triunfo al tiempo que denunciaba que, si no la ganamos es porque el resto de los jugadores van para atrás. La tercera es la trampa combinada de las dos primeras. El estadista político que detesta la política lanza con una pompa grandilocuente (con toda generosidad y grandeza) la mayor extorsión pública y colectiva que recuerda esta Nación, ante el atronador aplauso de los únicos que pudieron entrar a las gradas, según definió el alter ego del poderoso, el jefe Karina.

Sabedor que los tiempos de la realidad no coinciden casi nunca con los Excel, Santiago Caputo (basado en los informes de Guillermo Francos) ideó esta nueva criatura basada en la jugada de quien fue uno de los animales políticos más importantes de nuestra historia reciente, Carlos Saúl Menem. La diferencia era que Menem antes había sido tres veces gobernador riojano, y como Presidente fue quien ocupó el sillón de Rivadavia más tiempo en la democracia argentina. Peronista e intuitivo del rumbo de la época y con mayoría en ambas cámaras, fueron incomparables la capacidad de gestionar (sin entrar en calificaciones) y abismal la diferencia de los planteles que tenían para gobernar, en los 90 el equipo lo acompañaba en “su reinado”.

Menem era Diego Maradona y Milei, el vasco que lo quebró (Andoni Goicoetxea).

Milei fue claro en su oferta a los gobernadores, que lo traducimos acá por si alguien estaba distraído. “Vienen a la Rosada a mostrarnos su ajuste provincial, vemos cuanto le damos de dinero dentro de ese panorama a cambio de su voto en la nueva Ley Ómnibus”. Con esa muestra de cariño desproporcionado (llamado alivio fiscal momentáneo), luego pasarían a discutir los diez puntos que –si sobrevivimos- nos llevará a ser Noruega u otro paraíso en la cantidad de años que esta vez elegirá por sorteo Alberto Benegas Lynch.

Todo ese proceso se llamará Pacto del 25 de mayo, y está pensado como todo en este gobierno con la gente afuera, sin tomarla en cuenta. Vivimos en un mundo lleno de trolls y planillas. ¿Para qué más?

La maratón a la que hacíamos referencia al principio es el periplo que deberán pasar todos los gobernantes que no forman parte del “plantel de futsal” del gobierno para coronar con éxito su paso por este calvario. Para ellos, entendiendo que los hay mejores y peores, la gente no le es tan ajena más allá de la calidad de su gestión, hay una cuestión de cierta cercanía. De los intendentes ni hablemos, son la primera pared que derriba la muchedumbre cuando es tan severamente castigada.

El plan es una trampa para todos. Nadie va a transitar cómodo estos once rounds que faltan, para el caso que la pelea se defina por puntos. La apuesta fue fuerte, así como el reconocimiento de sus escasas posibilidades. Por eso la amenaza de Peluca.

El 26 de mayo puede ser fundacional, pero en sentido contrario al que pensó el Presidente. Veremos, no falta tanto. Esperemos que el sufrimiento no nos nuble la salida. Fin.

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