Boleto estudiantil, las repercusiones legislativas

Boleto estudiantil, las repercusiones legislativas

Los legisladores opositores consideraron como un avance el Boleto Estudiantil, pero consideraron que debe incluir a los docentes y a los estudiantes de todos los niveles. Se aprobó por unanimidad.


Los legisladores del Frente para la Victoria celebraron la sanción de la ley que permite la instauración del boleto estudiantil, “entendiéndolo como un avance en la lucha del movimiento educativo”, tal cual señalaron en un comunicado.

De todos modos, quedaron -para el pero-kirchnerismo- algunas deudas pendientes. Si bien destacaron que “es el triunfo de una larga lucha en las calles, que este año se expresó en la Multisectorial por el Boleto Educativo y en el que nuestra fuerza política viene trabajando desde hace años presentando diversos proyectos”, los legisladores de la oposición señalaron que la norma sancionada “debería haber incluido al sector terciario, universitario y a los trabajadores de la educación. Asimismo, lamentamos que no se haya contemplado a las modalidades alternativas de terminalidad primaria y secundaria, que forman parte de la educación obligatoria. Es por eso que presentamos un dictamen de minoría, en el que están incluidos todos estos sectores”.

Por esta razón, los legisladores expresaron que desde su bloque “consideramos que se trata de un primer paso y nos comprometemos a seguir avanzando hacia un verdadero boleto educativo, que garantice el acceso universal a la educación”.

En ese contexto, el legislador José Cruz Campagnoli, de Nuevo Encuentro-FPV, consideró que “la aprobación del Boleto Estudiantil en la Ciudad es un gran logro del movimiento estudiantil y la comunidad educativa; es una victoria de la lucha colectiva, una muestra contundente de la unidad que existe detrás de esta reivindicación histórica y un primer paso para seguir peleando por lo que falta. Queremos que esta ley alcance también a los estudiantes de programas de terminalidad educativa terciarios, universitarios y a los trabajadores de la educación, que forman parte del sector de la educación golpeado por el ajuste del gobierno de Mauricio Macri, que hace cada día más difícil el acceso a las instituciones educativas”.

Por su parte su compañera de bloque, Lorena Pokoik, expresó en el debate en el recinto que “si bien celebramos el avance y la ampliación de derechos a través de la lucha del movimiento estudiantil, creemos que este proyecto es restrictivo e insuficiente, y nos comprometemos a seguir peleando para que el boleto estudiantil se transforme en un verdadero boleto educativo, que incorpore a toda la comunidad”.

Otro de los integrantes del bloque del FPV, Pablo Ferreyra, cuestionó que “la suba indiscriminada de precios y tarifas nos obliga a exigirle al oficialismo que se disponga a incorporar este beneficio a estudiantes terciarios, universitarios y trabajadores de la educación; sectores rechazados en esta votación”.

Audacia dialéctica

Quedó flotando para el final la intervención de uno de los diputados del oficialismo, Alejandro García, que se quejó de que la oposición celebrara la sanción de la ley como un triunfo de los movimientos sociales, sin considerar que su aprobación fue posible por un acuerdo con el bloque del Pro, en una osada alteración de las prioridades conceptuales.

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