Alberto Fernández, entre la campaña y su futura política exterior

Alberto Fernández, entre la campaña y su futura política exterior

Recibió la visita de un enviado del presidente de México, que a su vez busca crear un polo de poder con otros países latinoamericanos.


Alberto Fernández cerró el miércoles con un multitudinario acto en el club Sarmiento de Resistencia, Chaco, en el que estuvo acompañado por siete gobernadores y por el anfitrión, el actual intendente de esa ciudad y gobernador electo, Jorge Capitanich.

Los gobernadores que lo acompañaron fueron, además el actual mandatario chaqueño, Domingo Peppo; el de Tucumán, Juan Manzur; el de Misiones, Hugo Passalacqua; el de Formosa, Gildo Insfrán; el de San Juan, Sergio Uñac; el de San Luis, Alberto Rodríguez Saá y el de Chubut, Mariano Arcioni.

La actividad de la última semana de Fernández comenzó el jueves 17 de octubre último en La Pampa, cuando encabezó junto a Cristina Kirchner otra abigarrada concentración en el Parque Laguna Don Tomás de Santa Rosa. Allí el candidato del Frente de Todos expresó una de las ideas- fuerza de su propuesta política al expresar que “lo que los argentinos queremos es que las pequeñas y medianas empresas levanten sus persianas y vuelvan a producir, queremos que esas pymes les devuelvan el trabajo al que no lo tiene, que las familias desayunen, almuercen, merienden y cenen en sus casas”.

Tal como en Chaco, en La Pampa Fernández estuvo rodeado por gran cantidad de gobernadores –once en este caso-, un gesto de unidad que en el peronismo no se daba desde hace muchos años.

El domingo fue el día del debate, en el que las encuestas lo dieron como el gran ganador, lo que significa específicamente que conformó a sus votantes en el intercambio de opiniones y en los cruces con sus rivales directos y que justificó con sus intervenciones las razones de quienes depositarán sus esperanzas en el Frente de Todos.

Esto viene a cuento porque –salvo enormes excepciones- difícilmente los votos se dan vuelta en los debates. En la ocasión, alguna encuesta encontró que apenas un cuatro a seis por ciento de los que los presenciaron cambiaron sus votos. Por el contrario, los que ratificaron su adhesión a sus candidatos rozaron cifras que fluctuaron entre el 70 y el 80 por ciento. Por esta razón, los porcentajes de quienes vieron ganadores a Fernández o a Macri coinciden bastante con la intención de votos que obtendrían el domino próximo.

Luego, el lunes 21 de octubre Fernández hizo su aparición en Olavarría y en Bahía Blanca, adonde le dejó un picante mensaje al actual presidente. “Lo que quisiera es que si el resultado le es adverso, Macri no se enoje como la otra vez y no maltrate a los argentinos y no libere al dólar para que escale como permitió” el lunes 12 de agosto, el día siguiente a la realización de las PASO.

El martes, el activo candidato estuvo en la zona Norte del Gran Buenos Aires, en el partido de Malvinas Argentinas, adonde esta vez estuvo acompañado por Sergio Massa y por diez intendentes del área metropolitana.

A la tarde, en la Universidad Nacional de La Plata, ciudad a la que viajó para apoyar a la candidata a intendenta del Frente de Todos, Florencia Saintout, Fernández convocó a que “el domingo terminemos este tiempo llenando las urnas de votos, así van a entender lo que la Argentina quiere”.

Ante cientos de estudiantes, Fernández expresó que “Estoy contento porque llego a La Plata para venir a apoyar a una compañera que, como yo, ha dedicado su vida a la docencia universitaria en la universidad pública acá en La Plata, que más allá de ser una capital administrativa es una capital universitaria. Quiero destacar la importancia del conocimiento, de la educación pública y de la defensa de la ciencia y la tecnología”, agregó, en línea con su proyecto de convertir a la Ciudad de Buenos Aires en una Ciudad del Conocimiento.

Finalmente, el candidato del Frente de Todos expresó este miércoles en Resistencia (Chaco) que “vamos a volver con más compromiso de todos y cada uno de ustedes. No es verdad que la Argentina esté condenada a soportar este presente”.

Luego, Fernández aseguró que quiere “una Argentina con trabajo formal para todos”, porque “los deliveries no son trabajo”.

Para cerrar su alocución, el exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner  adelantó que “vamos a protagonizar, como tantas otras veces, una nueva epopeya, la epopeya de reconstruirnos, de ponernos de pie cuando otros nos pusieron una piedra para que nos caigamos”.

Pero en medio de tantas actividades proselitistas, pasó desapercibido para la mayoría de los cronistas una reunión privada –que sin embargo fue anunciada a la prensa- que sostuvo Fernández en sus oficinas del barrio de San Telmo con el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería de México, Maximiliano Reyes Zúñiga, uno de los asesores principales del canciller Marcelo Ebrard, que viajó especialmente para el encuentro.

Oficialmente, en el comunicado de prensa del Frente de Todos, se reconoció que “durante el encuentro, dialogaron sobre la necesidad de establecer un vínculo maduro entre ambos países, que incluya una visión común sobre el futuro de la región. También, sobre la intención de Alberto Fernández de visitar México para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

Diez días antes, sin embargo, el embajador mexicano en Buenos Aires, Oscar Valero Recio se reunió con los miembros de la Comisión Bicameral de Amistad con México, adonde dejó saber que la ruptura del presidente Andrés Manuel López Obrador con el Grupo de Lima, que expresa la política exterior norteamericana con respecto a Venezuela, se sostendrá y que éste apuesta a profundizar la relación de México con Argentina.

López Obrador se plantea armar un polo de poder con los países más fuertes de Sudamérica y, ante el alineamiento de Brasil con la política exterior norteamericana, se propone estrechar los lazos con Argentina.

No sería ajeno a esta negociación el diseño de una alianza futura entre YPF y PeMex, las compañías petroleras de capitales mixtos de ambos países, a las que podría sumarse algún día PDVSA, la empresa nacional venezolana de hidrocarburos.

Mucho agua correrá bajo los puentes antes de que una alianza entre países americanos fructifique en el patio trasero de los EEUU, pero Fernández y López Obrador intentarán conseguir de esta manera mayores dosis de soberanía en un mundo globalizado.

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