La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner afirmó que "Argentina no va a convalidar el golpe de Estado en Paraguay", a la vez que adelantó que se decidirá un "curso de acción" en común con los demás países sudamericanos.
"Argentina no va a convalidar el golpe de Estado en Paraguay" expresó la Presidenta, al hacerse presente en la Sala de Periodistas de Casa de Gobierno el viernes en la noche. Alegó que "Unasur ha tenido un pronunciamiento unánime en Río de Janeiro" sobre el irregular proceso que terminó con la destitución del presidente Fernando Lugo por parte del Congreso paraguayo.
"Se acaba de consumar un golpe de Estado, fue un intento consumado porque hemos tenido otros intentos como el que sufrió Evo Morales, Rafael Correa y, por supuesto, Zelaya en Honduras", historió la presidenta.
Cristina destacó que "la Unasur ha tenido un pronunciamiento unánime en Río de Janeiro, donde los cancilleres se trasladaron precisamente para presenciar esto que fue una parodia, donde inclusive una de las acusaciones era justamente haber firmado la cláusula democrática", que protege a los gobiernos de los métodos golpistas, votada en diciembre de 2010 en Guyana.
La presidenta informó que "acabo de hablar hace unos instantes con Dilma Rousseff, ya lo había hecho en el día de ayer, y también hablé con el presidente de Uruguay y vamos a tomar un curso de acción que delinearán nuestras cancillerías y actuaremos mancomunadamente".
"Realmente es algo inaceptable para una región que había superado definitivamente este tipo de situaciones antidemocráticas y contra las instituciones", agregó la Presidenta.
Cristina confirmó que habló con Lugo, al igual que el canciller Héctor Timerman, aunque aclaró que "esto va más allá de Lugo, está más allá de las figuras de los presidentes. Esto es un ataque definitivo a las instituciones y les hace realmente muy mal, porque reeditan situaciones que creíamos totalmente superadas", destacó.
Finalmente Cristina adelantó que "no queremos tomar posturas que no sean consensuadas con los demás integrantes del Mercosur".
Adicionalmente, los mandatarios de Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador manifestaron el viernes que desconocerán al nuevo Gobierno paraguayo, al considerar como ilegítimo el proceso de destitución que llevó adelante el Congreso paraguayo contra Lugo.
Como contracara, Alemania, España y el Vaticano ya lo reconocieron y se espera que el bloque liderado por Occidente vaya consolidando esa postura, incluido los Estados Unidos.
En un proceso que duró apenas dos días, Lugo fue hallado culpable de incumplir sus funciones y fue destituido sin poder ejercer su derecho a la defensa. Pocos minutos después del golpe con disfraz institucional, juró en su reemplazo el vicepresidente Federico Franco.
"Convoco a los Gobiernos de América, a los pueblos indígenas y a los movimientos sociales de América Latina a hacer un solo frente y unirse para defender la democracia en Paraguay y al presidente Lugo", manifestó el presidente boliviano, Evo Morales, en una declaración que publicó la agencia oficial ABI.
El presidente venezolano Hugo Chávez, por su parte, hablando en un acto público en Caracas, calificó al cambio de Gobierno como "un golpe de la burguesía paraguaya", afirmando luego que "el pueblo paraguayo debería ser el único facultado para sacar a su presidente"
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, expresó, en declaraciones televisivas que la destitución de Lugo "no sólo golpea al presidente y a Paraguay sino a la Unasur". Afirmó luego que su país "no reconoce a ese ilegal e ilegítimo Gobierno que se instaló en Asunción".
Correa señaló que "no reconocerá otro presidente de Paraguay que no sea Fernando Lugo. Ya basta de estas patrañas en nuestra América, eso no es legítimo, yo creo que tampoco es legal, seguramente se han roto los procedimientos", añadió el ecuatoriano.
El mandatario ecuatoriano solicitó además que la Unasur aplique ?la cláusula democrátida" del grupo, que "establece no reconocer Gobiernos y el cierre de fronteras" con los países que no se encuadren en un marco democrático.
"No sabemos qué vaya a decidir Unasur, creemos que debe aplicar las sanciones que establece la carta democrática, no reconocer a un gobierno ilegítimo, incluso llegar al cierre de fronteras", añadió.
Por su parte, en el transcurso de una conferencia de prensa, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff fijó la posición de su país al plantear que se debería expulsar a Paraguay del Mercosur y de la Unasur a causa del accionar del congreso guaraní.
Rousseff señaló que ambas organizaciones internacionales poseen cláusulas que obligan a sus países miembros a respetar las reglas democráticas. "Hay pena anticipada" para los que no cumplen con "los principios que caracterizan a una democracia", sostuvo la sucesora de Lula en el Planalto.
La mandataria brasileña fue más allá en su cuestionamiento, al expresar que la sanción que le corresponde a un país que no respeta los reglamentos de UNASUR y Mercosur es "la no participación en los organismos multilaterales" y agregó que Paraguay está experimentando una "situación complicada".
