El sábado último se realizó en San Juan la Fiesta Nacional del Sol, en la que el gobernador Sergio Uñac convocó a una reunión paralela, que estuvo matizada por una variada gama de dirigentes de la oposición. En la la ocasión se le dio prioridad a las relaciones personales antes que a los acuerdos, que aún no han llegado y tampoco fueron el colofón del evento.
El anfitrión, Sergio Uñac, invitó a sus colegas Lucía Corpacci (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Miguel Lifschitz (Santa Fe), que llegaron a tiempo para la fiesta. En la tarde del sábado, cuando ya se había realizado el almuerzo en el que todos los invitados tuvieron la oportunidad de reunirse para intercambiar ideas y generar algún tipo de relación personal, llegaron los “demorados”, los gobernadores Juan Manzur (Tucumán) y Juan Manuel Urtubey (Salta).
Entre los presentes en la fiesta se pudo ver además al invitado especial, que fue Roberto Lavagna; a su hijo, el diputado nacional Marco Lavagna; al diputado nacional sanjuanino y exgobernador, José Luis Gioja; al diputado kirchnerista Agustín Rossi; a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario; a la senadora nacional mendocina Anabel Fernández Sagasti; al intendente de Merlo, Gustavo Menéndez y al sindicalista Julio Piumato, entre muchos otros.
En el medio de la febril actividad -la “rosca, el deporte preferido de los políticos, no conoce de recreos-, hubo tiempo para presentar en el Auditorio Eloy Camus el libro “Ensayos sobre el desarrollo sostenible”, que elaboraron distintos expertos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), coordinados por su máxima autoridad en la Argentina, René Mauricio Valdés. Allí también estuvo Lavagna, que fue uno de los economistas consultados para la redacción del libro.
La fiesta transcurrió durante la mañana y al mediodía Uñac invitó a los presentes a un almuerzo en el Hotel Del Bono Park, en el que el anfitrión abrió la lista de oradores y luego le entregó el micrófono a su antecesor, José Luis Gioja, que simultáneamente es el presidente del PJ nacional y uno de los arquitectos principales del proceso de unidad que está transitando el peronismo y urgió en recorrer, precisamente, esa instancia.
Luego, Lavagna, que se movió con comodidad enfundado en su traje de candidato, volvió a proponer que para salir de la terrible coyuntura que se está viviendo en la Argentina, “hay que ir por el crecimiento”, además de seguir cuestionando el ajuste. Luego planteó la necesidad de una “figura de consenso” para conseguir la tan mentada unidad, que no sería otro que él mismo.
A continuación, Agustín Rossi volvió a expresar su intención de constuir “una alternativa electoral lo más amplia posible” y puso el acento en utilizar “un elemento virtuoso, como las PASO”, situándose en las antípodas de Lavagna.
La gobernadora catamarqueña Lucía Corpacci, por su parte, mostró su enfática intención de “no permitir que vayamos separados“.
A su turno, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, reclamó que éstos “no son tiempos de mezquindades“, para insistir en su petición de unidad.
De todos modos, la unidad es deseable y todos insisten con ello, pero algunos se niegan a descender del equino. Cuando languidecía el almuerzo, el anfitrión, Sergio Uñac, convocó a los presentes a posar para la foto que le pusiera el colofón al encuentro. Esa fue la ocasión para que la vejiga de Lavagna lo convocara de urgencia y éste debiera huir raudamente hacia el excusado, negando su imagen para la posteridad.
El gesto no cayó en saco roto y convocó al enojo de los kirchneristas y a las subsiguientes explicaciones de los asesores del exministro de Economía, que aseguraron, con una sinceridad no exenta de descaro, que “a Roberto no le suma nada estar cerca de Cristina ni del kirchnerismo” y que “no tiene porqué pegotearse con ellos”. La competencia es inevitable, porque al fin y al cabo, el exministro de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner va a competir con la figura que más mide en el peronismo hoy por hoy. Pero lo cortés no quita lo valiente.
Tras la reunión de San Juan, no está prevista ninguna segunda etapa, por lo que, como expresara uno de los presentes a Noticias Urbanas, “las relaciones personales sirven”, a la vez que las declaraciones de principios obligan a todos a alinearse en la búsqueda de la unidad. Pero nada se avanzó más que en eso, no hubo acuerdos políticos, ni el trazado de líneas a seguir. Punto y aparte.
Hasta ahora los procesos de unificación de listas que se vieron urgidos por el calendario electoral, terminaron en la unidad de los sectores, aunque en algunas ocasiones se debieron utilizar métodos no convencionales. En La Pampa ocurrió eso, lo mismo que en Entre Ríos, San Juan, La Rioja, Neuquén, Tucumán, Río Negro y Tierra del Fuego.
Esto hace pensar que, a priori, lo mismo debería pasar a nivel nacional, aunque en este caso el camino será más áspero que en el caso de las provincias, excepto en Córdoba y Chubut, en donde no se lograron acuerdos.
El Congreso Federal del peronismo
El siete de marzo que viene se producirá el crucial Congreso del Peronismo, que autorizará a la conducción a construir las alianzas para enfrentar el 27 de octubre, en consonancia con la máxima que enarboló en variadas ocasiones el presidente del PJ, José Luis Gioja: “unidad hasta que duela”.
Antes del Congreso, este mismo miércoles 27 de febrero a las 12:00, se realizará la reunión de la Comisión de Acción Política que coordina Rubén Marín en la sede de Matheu 130. Allí se producirá la incorporación de dos nuevos miembros, que son Alberto Fernández y Fernando Gray.
La comisión se conformó el ocho de junio de 2018 en el microestadio de Ferrocarril Oeste con representantes de todos los sectores internos del peronismo, de todo el país. Desde entonces, el exgobernador de la Pampa logró consensuar con todos y, según un informe cuyo resultado conoció Noticias Urbanas, sólo se autoexcluyeron del proceso -hasta ahora- Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey.
