Sancionan la Emergencia Administrativa, entre incidentes

Sancionan la Emergencia Administrativa, entre incidentes

Con la sanción de las cuatro emergencias: Administrativa, Seguridad, Penitenciaria e Infraestructura, Vidal gobernará hasta 2017 sin el massismo. Hubo graves incidentes con los empleados estatales.


La culminación de la alianza en Cambiemos y el Frente Renovador ocurrió el jueves último cuando los votos del massismo le abrieron paso a la aprobación de las cuatro leyes de emergencia que había solicitado la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. A partir de ahora, con esas leyes ya aprobadas, Vidal no nocesitará más de la oposición durante el período en el que las leyes sigan en vigencia, que será hasta 2017, después de las elecciones legislativas.

Todos los que votaron favorablemente las leyes quedaron heridos, al contrario de los que se negaron a aprobarlas. El massismo sólo logró algún cargo como compesación, al que habría que sumar además muchos problemas internos. Cambiemos sumó otra pelea intestina con los radicales, que constantemente hacen crujir una alianza que nunca gozó de una solidez demostrable. Por contraste, el PJ y las dos vertientes del FpV aparecieron votando unidos en la pelea. Se sabe, es más fácil alcanzar la unidad y la coherencia en contra de algo que a favor, que es cuando aparecen las contradicciones.

El bloque que responde a Margarita Stolbizer (GEN) también acumuló sinsabores en el trayecto de la votación de las leyes, ya que la supresión de debate les impidió expresar algunas diferencia con los proyectos, a la vez que el legislador Juan Cocino, integrante de la CTA Autónoma, deberá esmerarse para explicar a sus congéners cómo fue que votó una ley que perjudica seriamente los contratos de trabajo.

De todos modos, el cuestionado acuerdo de “gobernabilidad” -cuestionado por los radicales- que supo anudar la gobernadora con el massismo llegó a su fin porque, de ahora en más, ya no es necesario, porque los temas importantes no pasarán por el parlamento provincial.

Las leyes de emergencia que se aprobaron fueron la de Seguridad; la del Servicio Penitenciario; la de Infraestructura y la Administrativa y Tecnológica.

En el camino, el presidente de la Cámara de Diputados provincial, el massista Jorge Sarghini, les negó la palabra a todos los legisladores opositores, en aval a la moción de orden propuesta por el presidente de la bancada de Cambiemos, Jorge Silvestre, que había presentado una moción de orden en tal sentido. Antes, Sarghini había avalado que los proyectos cuestionados eludieran la discusión en comisiones, incluso incumpliendo una promesa suya anterior de no permitir esa circunstancia.

En el tintero quedaron algunos proyectos que prometen discusiones, entre ellos la aprobación de 126 pliegos de la Justicia y un pedido de endeudamiento del Banco Provincia. De todos modos, ya no habrá más concesiones de cargos al massismo, que para conseguirlos deberá aumentar su caudal electoral. Por ahora conservan -no sin sobresaltos- sólo el de Sarguini y la Prosecretaría de Relaciones Institucionales del Senado y si no aparecen votaciones cruciales, en los que sus votos deciden el resultado, no habrá tampoco una expansión de los accesos laborales para sus dirigentes.

Las tres vertientes peronistas, a saber el FpV, el camporismo y el PJ, entretanto, mostraron como pocas veces un accionar conjunto, a pesar de que no existen liderazgos marcados, al igual que en el peronismo de todo el país. También dejaron en evidencia que el diálogo en la política argentina se produce sólo cuando el que convoca está seguro de que conseguirá lo que quiere, sin escuchar y sin ceder posiciones.

La protesta

Mientras los diputados votaban la Emergencia Administrativa y Tecnológica, unos 50 mil manifestantes -una cifra que lanzaron los organizadores- expresaban su contrariedad por la posible aprobación del proyecto. Convocaban a la marcha, que se extendía a lo largo de siete cuadras, los gremios quye agrupan a los estatales ATE, SUTEBA, FEB, UDOCBA, SOEME, SADOP, AJB, la Federación Nacional Docente, AMET, AEMOPBA, SUPTTIOMA, SIPOBA, la Comisión Gremial del BAPRO, ASOMA, Conductores de Taxi, AMRA, FULP (estudiantes de la universidad platense) y CICOP.

Los gremialistas calificaron a la ley como causante de la “destrucción del trabajo, flexibilización laboral, cierre unilateral de paritarias y un voraz ajuste”. Una “herramienta de precarización laboral”, la calificaron también los sindicalistas.

Los trabajadores fueron especialmente duros con los legisladores del Frente Renovador, a los que calificaron con el mote incómodo de “traidores”. “Algunos que hablan de oposición responsable están dispuestos a votar en contra de los trabajadores por migajas del poder”, los castigó el secretario Adjunto de ATE bonaerense, Carlos Díaz, apuntando contra “la alianza de Cambiemos y el Frente Renovador”.

Sólo algunos pocos diputados del FpV -entre los que estaban Eduardo Torres y juan Manuel Cheppi, se acercaron a expresar su apoyo a la movilización, que alcanzó un volumen como hacía mucho no se veía en La Plata.

En una fecha a confirmar, que podría ser el tres de junio próximo, todos los gremios volverán a marcha juntos. El titular de ATE bonaerense, Omar de Isasi, anticipó que “seguramente en junio vamos a construir una gran marcha de los bonaerenses para poder ponerle freno a una política que perjudica a la mayoría de los trabajadores y de la sociedad”.

En un determinado momento, furiosos manifestantes atacaron a piedrazos el frente de la Legislatura provincial, rompiendo los vidrios e incendiando el portón de ingreso, en un intento desesperado -aunque inútil- de frenar la sanción de la ley.

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