Peronistas en el Arca de Noé

Peronistas en el Arca de Noé

Originalmente fueron doce intendentes, pero comenzaron a sumarse otros. El peronismo espera recuperarse desde la célula base de la democracia: los municipios. Quiénes son. Qué piensan hacer.


Si alguien debe relatar la historia del peronismo de los últimos años, deberá destacar algunos puntos de inflexión que no pueden ser ignorados. Uno de ellos tiene que ver con el 25 de mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner cerró una etapa –la del menemismo- y abrió otra, que transcurrió bajo su liderazgo primero y el de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, después.

Pero existe otro punto de inflexión para destacar, que tiene que ver con el final del período kirchnerista, que podría ser ubicado el 10 de diciembre pasado, cuando Mauricio Macri se paró en el balcón de la Casa Rosada y ensayó algunos pasos de baile mientras Gabriela Michetti cantaba una canción que popularizó la prima de Daniel Scioli, Miriam Alejandra Bianchi Scioli, más conocida como Gilda.

El trauma que significó para los seguidores de la hoy exjefa de Estado perder la Provincia de Buenos Aires después de 28 años de gobiernos de signo peronista seguirá agitando los corazones de los jefes comunales que sobrevivieron al naufragio por un largo tiempo, pero al mismo tiempo los obligará encarar un proceso de reorganización interna que esta vez nacerá de los municipios, la célula base de la democracia.

Asimilando este proceso con la Biblia, sería una especie de Arca de Noé, en la que navegarán mientras siga el tumultuoso oleaje de la derrota, en busca de una costa propicia que esperan que algún día alcanzarán.

En este panorama adverso, rápidamente surgieron distintos grupos, que no responden –al menos por ahora y esto será así hasta que el proceso madure y se extienda por todo el país- a ningún liderazgo nacional.

Haciendo una síntesis, se puede decir que dentro del peronismo pugnan dos grupos, aunque existe un tercero que nació dentro de él, pero que hoy responde a otros liderazgos, éstos extrapartidarios. El primero, nacido al amparo del Pacto de San Antonio de Padua, nuclea a doce intendentes, aunque éstos cuentan con la adhesión primaria de otros, que esperarán a que la necesidad de armarse tenga como objetivo inmediato la pronta aproximación al poder real.

Este agrupamiento reunió el 18 de enero pasado a 12 jefes comunales en esa localidad del oeste del conurbano a Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gustavo Menéndez (Merlo), Verónica Magario (La Matanza), Gabriel Katopodis (San Martín), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Eduardo Bucca (Bolívar), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Juan Zabaleta (Hurlingham), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mariano Cascallares (Almte, Brown), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa).

Este grupo practica un “kirchnerismo crítico”, que contempla la alineación bajo el liderazgo de CFK, pero con condiciones. A la expresidente le reconocen su obra –la popular o impopular, depende quién la defina, década ganada- y su capacidad de trabajo con los municipios, pero le cuestionan que haya armado para las elecciones del año pasado las listas de candidatos sin consultar a los líderes territoriales, es decir, a ellos mismos.

Lo mismo le cuestionaron a su ex líder provincial y candidato a la presidencia de la Nación, Daniel Scioli. No le aceptaron sus explicaciones acerca de las razones por las cuales permitió que esto ocurriera. Lo acusaron, precisamente, de no “haber defendido a su provincia” en el armado político residual que dejó el kirchnerismo, con el que deberán disputar el poder en estos cuatro años de vacas flacas que tienen por delante.

El bautismo de fuego de los intendentes peronistas se produjo en el fin del 2015, cuando le cuestionaron los números del presupuesto provincial a la nueva gobernadora, María Eugenia Vidal y condicionaron el voto positivo de sus legisladores a una oportuna dilatación de las partidas para obras en sus municipios. Sólo cuando le torcieron el brazo a la mandataria de Cambiemos, sellaron su acta de nacimiento.

De todos modos, hay otros intendentes que pernoctan en las cercanías de los 12 Apóstoles –como se los denominó a los “paduanos”-, que son Mario Ishii (José C. Paz), Alejandro Granados (Ezeiza) y Julio Pereyra (Florencio Varela), que esperarán a que las brasas pongan a punto el asado para sentarse a la mesa.

Aún así –en estos tiempos de pragmatismo extremo-, estos agrupamientos de líderes municipales se relajan o se consolidan alternativamente, siempre al calor de las necesidades de sus distritos, ésas que los conducen a viajar a La Plata o a Buenos Aires en busca de recursos. Por esa razón, a veces se muestran todos juntos y en otras ocasiones lo hacen individualmente o junto a algunos funcionarios del oficialismo.

Existe otro agrupamiento de intendentes peronistas que comparte la nave -al fin y al cabo, en el Arca de Noé entraron todos-, más cercanos a CFK, pero ésa esa otra historia, que relataremos pronto.

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