Cuando la transformación es una reedición de viejos fracasos

Cuando la transformación es una reedición de viejos fracasos

La democracia, en la cuerda floja.


En su raid transformador, Javier Milei atosigó al Congreso con un mega DNU y con un enorme paquete de leyes, que antes de ser aprobados deberían ser tratados en profundidad por los diputados y senadores y no, como desea la Casa Rosada, rápida y superficialmente, en el plazo de un mes, aproximadamente.

De todos modos, el camino rampante del libertario fue obstruido -no se sabe hasta cuándo- por los jueces de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Un fallo de la cámara, definido por los votos a favor de los jueces José Alejandro Sudera, Andrea García Vior y Dora González hizo lugar al amparo presentado por la CGT sobre el Título IV del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70/2023.

Sudera y García Vior votaron a favor de suspender la vigencia de ese capítulo del DNU, mientras que González votó por remitir la causa a la Cámara Contencioso Administrativo Federal y que sea ésta la que decida, finalmente.

El fallo estipula, “1) Revócase el decisorio recurrido; 2) Díctase una medida cautelar suspendiendo la aplicabilidad de lo dispuesto en el Titulo IV TRABAJO del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70/23 hasta tanto recaiga sentencia definitiva sobre la cuestión de fondo ventilada en estos actuados; 3) Impónense las costas de Alzada en el orden causado; 4) Oportunamente se regularán los emolumentos de los profesionales intervinientes por su intervención en esta etapa. Notifíquese”.

Antes, los magistrados advirtieron que es una “inveterada doctrina del máximo tribunal que las consideraciones genéricas expuestas en los considerandos de los Decretos de Necesidad y Urgencia resultan inhábiles para justificar el dictado de medidas legislativas por parte del Poder Ejecutivo Nacional”.

Antiguallas que se presentan como nuevas

El proyecto ¿transformador? de La Libertad Avanza, de todos modos, no es nuevo. Posee una antigüedad de 68 años, porque reproduce casi calcadamente el proyecto reprimarizador y desindustrializador de la mal llamada Revolución Libertadora, que en 1955 intentó reponer la patria del cereal y el ganado a cualquier costo. Además de convocar a homenajear a una Libertad apócrifa, ambos proyectos tienen en común una serie de premisas.

La primera tiene que ver con la voluntad de derogar las leyes sindicales. Para debilitar a los gremios, lo primero que se plantearon fue dividir la negociación paritaria por empresas. Así, los salarios se discutirían lejos de la entidad sindical madre y se limitaría a recoger los frutos de la fortaleza de una determinada Comisión Interna para imponer sus condiciones a las entidades patronales. Por el contrario, las Comisiones Paritarias de los sindicatos tienen una imprompta de conocimiento de los convenios laborales muy superior a la de los delegados de base y también su poder gremial es mayor.

Adicionalmente, el proyecto económico de Milei tiene en su primera etapa, la intención de profundizar la crisis económica, tal como lo planteó Raúl Prebisch, el arquitecto de la política económica que llevó adelante el general golpista Pedro Eugenio Aramburu a partir de aquel desventurado 16 de septiembre de 1955. Cuando una crisis no tiene, aparentemente, camino de salida, es más sencillo extorsionar a las pretendidas víctimas del Síndrome de Estocolmo para imponerles soluciones mágicas, como la dolarización y la devastación de sus salarios, a cuenta de una prosperidad futura, que el Destino quizás traiga con la brisa, en un lejano día .

La Argentina no se encontraba en estado de estanflación en diciembre de 2023. La inflación era alta, pero no se acercaba a la hiperinflación y la desocupación disminuía. Las medidas de shock de Milei agudizaron la pobreza y la marginalidad, sin proponer un solo paliativo hacia los que menos tienen. De esta manera, la brecha entre el capital y el trabajo se ensanchó de manera contundente.

Entretanto, uno de los puntos altos de este proyecto fue la decisión de no ingresar al Grupo BRICS que tomó Javier Milei, que era la única puerta de salida hacia el futuro existente en estos momentos. No podía ser Alberto Fernández el hombre que incorporara a la Argentina al BRICS -no tenía poder ni autoridad-, pero sí fue el que abrió una puerta de entrada al organismo liderado por China y Rusia. Esta decisión le abría una puerta hacia el mundo a nuestro país, que produce hidrocarburos, alimentos, litio y oro y cuya presencia es solicitada en algunos fueros internacionales, más por su potencialidad que por su presente. Esa puerta está, por ahora, cerrada.

Para peor, las relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica y con Europa -la alianza que propone Milei- nunca fueron provechosas para nuestro país, que soportó una y mil veces el deterioro de los términos de intercambio y la limitación del trueque de vacas y cereales por manufacturas, tan desventajosas para todos los países del Tercer Mundo.

La política, ese dilema indescifrable para LLA

Nadie se parece tanto al votante promedio de La Libertad Avanza como los funcionarios que eligieron esos mismos votantes. Esto, que debería ser virtud, es, sin embargo, un problema para el Gobierno.

No hay más que prejuicios, odios y temores en sus lábiles planteos políticos. No existe elaboración, ni teoría política, ni doctrinas en su diario transcurrir. El votante de Milei es un votante líquido, que abomina de la política. Sus gobernantes, también.

Esto trae como consecuencia que no existe negociación. Todo es a todo o nada. La Gloria o Devoto. Los laureles de la política o el escarnio del papelón.

Para peor, como en todo proyecto político, triunfó la traición por sobre la revolución anarco-capitalista. Siempre hay un Judas en la política, pero en este caso, el parcelamiento del paquete de leyes que termina de enviar Milei al Congreso contiene en sí mismo el accionar de muchos Judas. Los beneficiarios fueron Paolo Rocca, Marcos Galperín, Eduardo Eurnekian, Héctor Magnetto, Carlos Blaquier Arrieta, Mauricio Macri, Alejandro Bulgheroni, Claudio Belocopitt, Luis Pagani y Alfredo Coto. No el hombre gris, ni el ciudadano común. No hay casta más exclusiva que los nombrados.

Democracia cero

En esta autopista de la libertad de empresa, la democracia enfrenta cruciales problemas. Por empezar, un DNU que otorga funciones legislativas al Poder Ejecutivo, podría ser la antesala del cierre del Congreso. Gobernar por DNU es el sueño húmedo de Milei, que busca un cambio sin consenso. La letra con sangre entra, decía una maestra demasiado sumergida en su labor docente, que no reparaba en las consecuencias.

De acuerdo con las medidas que tomó el Gobierno, sería posible pensar que para Milei es importante que no exista la historia. Borrarla es su primer objetivo. Necesita que la memoria desaparezca -con perdón de la palabra- para que su revolución triunfe. El recuerdo de las luchas en General Mosconi y Cutral-Có sería un revulsivo para los que quieren reeditar aquellas mismas crueles políticas.

El laboratorio de la ultraderecha apenas está calentando los motores, pero ya hizo mucho daño y favoreció -o se dispone a hacerlo- muchos negocios particulares, que están destinados a enriquecer a los “amigos”.

Muchos anticipan que este modelo económico va a explotar. No es seguro que esto ocurra, pero los costos serán muy altos para los de siempre… y también muy ventajosos para los otros de siempre.

Nada nuevo bajo el sol.

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