A menos de tres días de las elecciones presidenciales, las diferencias entre la agrupación de intelectuales Carta Abierta y Daniel Scioli parece haberse reabierto.
Si bien la relación entre ambos sectores nunca fue la mejor, el gabinete anunciado por el candidato presidencial para afrontar una eventual gestión generó desilusión entre los intelectuales K, que inicialmente apoyaban las candidaturas de Jorge Taiana y Florencio Randazzo, y el encargado de exponerlo fue el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González.
En diálogo con Radio Rivadavia, González aseguró que votará por el gobernador bonaerense en los comicios de este domingo. Sin embargo, aclaró que lo hará “con cara larga” por las “disconformidades” con parte del gabinete anunciado; al tiempo que también objetó “algunas definiciones del candidato”, quien apuntó que “en líneas generales se presenta como el menos malo”.
En ese sentido, reveló que “cuando nos reunimos decimos que vamos a votar desgarrados” ante una oferta electoral “que presenta candidatos que casi no están a la altura de las grandes fuerzas que representan”.
En tanto, sobre Scioli confió que le preocupa advertir “que algunos de sus funcionarios” se expresan “con mucha vaguedad” sobre asuntos como el tratamiento que se le dará a loa holdouts, el eventual ajuste económico o la continuidad de la política de empleo.
Por otra parte, al ser consultado sobre si continuará al frente de la Biblioteca Nacional, González dijo que todavía no lo sabe y se considera “el funcionario” que ha “cumplido”. “Soy totalmente respetuoso de lo que indique el nuevo ministro”, agregó.
Con ironía, el intelectual confió que sabiendo de los gustos personales de Scioli, espera “que la próxima política cultural no se base en Ricardo Montaner y los Pimpinelas”, si bien reconoció que “nadie puede inhibir a un Presidente de tener sus gustos”. No obstante, indicó respecto de Scioli que “personalmente también preferiría más amplitud en sus gustos” porque las preferencias de los presidentes “son esbozos latentes de políticas culturales”. Reconoció que “también Cristina declaraba lo suyo”, aunque estimó que muestra gustos “más versátiles”.
