Las claves de Massa: territorialidad y pragmatismo

Las claves de Massa: territorialidad y pragmatismo

La candidatura de Sergio Massa en la Provincia constituyó una perfecta síntesis de lo que anhela. El porqué.


Qué significa para Sergio Massa la decisión de competir en las elecciones de octubre.

La primera es que con la mirada fija enla Presidencia del 2015, la apuesta de 2013 será de carácter netamente provincial, lugar dónde debe sacarse encima a dos estorbos, de distinta entidad y aspiraciones pero estorbos al fin. El primero el actual Gobernador de la Provincia, Daniel Scioli, quién ha quedado descolocado en la duda permanente desde ya hace unos cuantos años. Buenos Aires es una provincia que vive permanente al borde del incendio desde el estado provincial, en donde la plata alcanza nada más que para los sueldos y a veces ni siquiera para ello. Donde a los funcionarios –salvo algunas excepciones- no se los ve en el “día a día” de la gestión, y los intendentes parecen estar más a gusto con la candidatura del tigrense que con la su propio gobernador. O al menos con las dos alternativas en la cancha y no con la del porteño solo al que no ven con la fuerza y la decisión necesaria para ponerse la Provincia al hombro. A Massa lo ven más del palo, de hecho es un par -que nadie sabe si asumirá su banca-, está por su función más cerca de la gente y por si esto fuera poco también huelen estos especialistas que en lo dos años que quedan habrá más recursos por esa ventanilla para las prioridades que necesitan.

La realidad marca que mientras el camino que eligió Scioli -al hacerlo público-es el de llegar a la Presidencia por “adentro y sin romper”, pareciera que la decisión que más se acerca a ese concepto es la que llevó a cabo Sergio Massa. Si uno pone al trasluz o le hace rayos a las listas, queda claro que existen intendentes, sindicalistas, empresarios y dirigentes cercanos al gobierno en la lista del tigrense, que hubo allí algún atisbo de doble juego. Que lo importante era juntar a todos los intendentes posibles, de cualquier origen y presente, de esa manera llegaron los lugares también para Macri (Jorge). Y pareciera que también Cristina entiende que el mejor golpe para esta etapa es sacarse de encima a un adversario real como Francisco De Narvaéz (ahí esta Hugo Moyano también) y estirar la distancia con Scioli hasta el ahogo de su discurso oficialista. El exmotonauta necesita la derrota de Massa para conservar alguna ilusión de ocupar el sillón de Rivadavia. En esa lógica ya comenzó a  recorrer la provincia -como un K puro- junto al poco conocido Martín Insaurralde.

Si las dos listas –casualmente encabezadas por intendentes que algunas vez fueron K- salieran una por detrás de la otra reducirían a la mínima expresión al colombiano y seguramente a las demás fuerzas, por ejemplo las de UNEN. Esto le permitiría a Massa su viejo anhelo de “heredar sin romper” y plantear una “Liga de Intendentes” comprometida en el futuro esquema presidencial además del provincial, que sólo no debería chocar con la otra siempre fuerte y vigente en el peronismo, la “Liga de Gobernadores”. Esto se logra a través de acuerdos que se logren a futuro entre quienes integren a partir de diciembre el nuevo mapa en el Congreso,  los que tendrán que “pulsear y negociar” para encadenar ambas vertientes.

De este modo y a fuerza de sintetizar este cierre, la madre de todas las batallas que todavía no llegó a las PASO, ya se empieza a cobrar víctimas. Decíamos hace un mes que la vara en Provincia iba a estar alta para saltar y que habría un par de contusos por los golpes: los mismos ya se perfilan. La mejor jugada la hizo Massa, Scioli la peor, Macri ni siquiera jugó y Cristina sobrevive con lo justo tirando por la ventana la reforma constitucional.

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