La gran apuesta Pro

La gran apuesta Pro

Actos no tradicionales, charlas distendidas con vecinos y mucha caminata: la estrategia del macrismo para competir en la Provincia.


El Pro continúa con su objetivo de hacer pie en la provincia de Buenos Aires. Sabe que no puede volver a atar su suerte a eventuales aliados. Es por eso que numerosos integrantes del gabinete macrista en la Ciudad y legisladores del espacio trabajan arduamente con vistas a 2015. Ocurre que para que el sueño de ver a “Macri presidente” trascienda, se vuelve indiscutible y urgente consolidar un armado que le garantice un piso no menor al 15 por ciento de los votos en la populosa provincia. Un objetivo bastante ambicioso para una fuerza carente de grandes aparatos, como sí los tienen el peronismo y la UCR.

La vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, es la preferida de Mauricio para encabezar la propuesta. Acentuando así la “guerra fría” con su primo Jorge, el massista dubitativo, quien solo hace presencia en los actos cuando el Jefe de Gobierno acompaña a su “preferida” durante sus periplos por el Conurbano.

El legislador porteño Federico Salvai, mano derecha de “Mariú”, es quien está al frente del armado “vidalista”. Salvai coordina acciones con el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, y el esposo de la exministra de Desarrollo Social de la Ciudad, Ramiro Tagliaferro, quienes se reparten la Tercera y Primera Sección Electoral, respectivamente.

Guillermo Montenegro en San Isidro, Federico Sturzenegger en La Plata y el recientemente incorporado a la “patriada bonaerense”, Sergio Bergman, en Tigre, también forman parte del cóctel Pro para la provincia que hoy gobierna Daniel Scioli.

De todos modos, quizás sea Grindetti quien mejor conozca las diferencias entre hacer política en la Ciudad y el territorio bonaerense.

Es que el ministro de Hacienda es, junto a Jorge Macri, de los dirigentes que mayor compromiso ha tomado con el desarrollo del macrismo del otro lado de la avenida General Paz. Su sueño, para contribuir con las aspiraciones presidenciales de Mauricio Macri, es arrebatarle al peronismo uno de sus bastiones históricos dentro del Conurbano: la intendencia de Lanús. Por ella ya ha sabido pelear, prácticamente en soledad, en las últimas elecciones y obtuvo buenos resultados pese a presentarse con boleta corta.

Por cuestiones de incompatibilidad con el cargo de ministro, Grindetti no ha podido asumir su banca de concejal en el distrito. Sin embargo, no descarta pedir licencia en 2015 para meterse de lleno en la pelea por la intendencia. No es una decisión que dependa solo de él: la coyuntura y el propio Macri dictarán los pasos a seguir.

Por lo pronto, luego de las primeras bajadas de Vidal al Conurbano (Almirante Brown, Esteban Echeverría, San Isidro), el macrismo apuesta por mostrarse unido y alternará figuras para acompañar a María Eugenia durante sus recorridas. Entre ellas, hay dos nombres de peso que le dan más volumen al proyecto provincial: Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta.

La senadora, que el año pasado desairó al propio Macri desertando de la pelea bonaerense, se muestra comprometida con la propuesta y acompañará a Vidal en su tarea. Para ella esa posición resulta sumamente redituable: potencia su perfil nacional y revalida su “chapa” de referente dentro del partido con vistas a lo que decida afrontar en 2015. La primera foto se dará este jueves, en Lomas de Zamora.

De todos modos, y para no ser menos, Rodríguez Larreta, histórico rival de Michetti y potencial rival en la pelea por la sucesión de Macri en la Ciudad, seguirá sus pasos. La próxima semana estará acompañando a la vicejefa de Gobierno en San Fernando.

Sin lugar a dudas, esta estrategia exuda el sello de Mauricio Macri, quien, hoy por hoy, parece decidido a jugar en soledad y poner “toda la carne al asador” para garantizar la prosperidad del proyecto que él define como “tercer vía”.

Dentro de ese concepto, el Pro apuesta por diferenciarse de los típicos aparatos políticos que imperan en la Provincia al proponer una campaña llena de caminatas, charlas distendidas con vecinos dentro de sus propias casas, apelación al “boca en boca” y recorridas por escuelas, iglesias y hogares de niños, entre otras instituciones.

Un acercamiento al massismo hoy se presenta como muy dificultoso. Macri y Massa van por lo mismo, e ir a internas dejaría al líder del Pro encerrado dentro de un esquema que lo incomoda y que pondría en riesgo sus aspiraciones. Las encuestas muestran que el Jefe de Gobierno corre de atrás al exintendente de Tigre. Entre quienes manifiestan mayor oposición hacia un entendimiento entre Pro y “renovadores” está Grindetti: el ministro no le perdona al massismo su funcionalidad al kirchnerismo de Díaz Pérez dentro de su “pago chico”.

Mientras tanto, Vidal camina la Provincia. A paso lento pero firme. Solo el tiempo dirá hasta dónde.

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