JP Morgan y Moodys dudan sobre la gobernabilidad: “Ajuste abrupto”

JP Morgan y Moodys dudan sobre la gobernabilidad: “Ajuste abrupto”

La consultoras internacionales se refirieron en su informe al gobierno de Milei.


Luego de las primeras reacciones en Wall Street sobre la elección de Javier Milei, los principales jugadores del mercado financiero internacional pusieron el ojo en la necesidad de reformas urgentes y profundas y el margen de acción que el líder de La Libertad Avanza (LLA) tendrá para llevarlas a cabo.

Aunque el primer discurso como presidente electo de Milei se caracterizó por una inesperada moderación y el economista evitó referirse a sus dos caballitos de batalla durante la campaña, como fueron la dolarización y el cierre del Banco Central, en el mercado financiero creen que el plan de libertario es “audaz” y que pueden amenazar la estabilidad financiera

“El presidente electo de Argentina, Javier Milei, enfrenta desafíos extremos con resultados altamente inciertos. Si bien Milei propuso medidas contundentes durante su campaña, que podrían abordar con el tiempo los fuertes desequilibrios que actualmente paralizan la actividad económica de Argentina, distorsionan los precios relativos y reducen el poder adquisitivo, estas medidas, si se promulgan tal como se describieron, causarían un ajuste económico abrupto y profundo, colapsando la demanda interna y amenazando la estabilidad financiera”, afirmó Jaime Reusche, Vice President – Senior Credit Officer de Moody’s Investors Service.

La agencia crediticia puso el foco en los consensos necesarios para llevar adelante las reformas propuestas y en la gobernabilidad:  “Un Congreso dividido y las presiones sociales también influirán en la capacidad del presidente entrante para implementar políticas correctivas”, sumó Reusche.

En tanto, en la banca de inversión JP Morgan también posó su lupa sobre los riesgos de implementación de las medidas anunciadas por Javier Milei durante la campaña. “El presidente electo Milei ofrece una agenda de reformas audaz, pero el principal desafío es que puede verse obstaculizada por la maniobrabilidad política. Se avecinan riesgos de gobernabilidad dada la falta de estructura partidaria y también la distribución del poder en el Congreso después de las elecciones generales. El presidente Milei necesitará negociar con otros partidos, en particular con el Pro”, señalaron.

En un informe para sus clientes firmado por los economistas Diego Pereira, Lucila Barbeito y Gorka Lalaguna, el banco estadounidense advirtió: “Los principales pilares sobre los que Milei construyó su narrativa a lo largo de la campaña han sido la dolarización y la reducción del tamaño del Estado en la economía. Es cierto que la posible presencia de miembros del Pro en el Gabinete puede mitigar los intentos de reformas más audaces, en particular la dolarización”.

En ese sentido, luego del acuerdo entre el libertario y el macrismo que le significó la victoria en segunda vuelta, para el banco Milei podría optar por un esquema cambiario bimonetario antes de elegir ir por una dolarización de la economía. Sin embargo, esta decisión no podría tomarse hasta dentro de un año.

“En el corto plazo, al asumir el cargo, esperamos un realineamiento del tipo de cambio anticipado, con un nivel consistente con el tipo de cambio paralelo, para realinear los precios relativos de manera firme, permitiendo que los controles de capital se eliminen gradualmente”, anticiparon en la entidad.

Y agregaron: “Dicho ajuste debería ir acompañado de un ajuste fiscal draconiano para compensar la pérdida de ingresos por señoreaje y así crear los incentivos necesarios para comenzar a reconstruir las reservas de divisas del banco central”.

Respecto de la capacidad de ajuste, para el JP Morgan “la necesidad de cerrar rápidamente la brecha fiscal de manera sostenible debería ser el eje de cualquier programa de estabilización y un ancla necesaria para generar credibilidad en el futuro”.

Además añadieron: “Creemos que el programa fiscal de Milei abogaría por un fuerte ajuste del gasto tanto a nivel central como federal, con el objetivo de eventualmente reducir la carga tributaria en el futuro. Si bien reconocemos las limitaciones políticas, pronosticamos un esfuerzo considerable de consolidación fiscal para el próximo año, con un saldo fiscal primario consistente con un resultado general del -1,7%”.

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