El Papa, enojado por una donación del Gobierno

El Papa, enojado por una donación del Gobierno

El Pontífice se enteró por los diarios y ardió Troya. Dicen que hasta está pensando en devolver los 16 millones de la donación, lo que sería una grieta difícil de cerrar.


A pesar de algunos gestos de presunta distensión por parte de algunos funcionarios, que fueron correspondidos por el Sumo Pontífice, la relación entre el Vaticano y el Gobierno argentino retrocede mucho más de lo que avanza, fundamentalmente a causa de las torpezas que se cometen en Buenos Aires.

La peor de todas fue el resbalón cometido el 26 de mayo último, cuando se publicó el contenido del Decreto Nº 711/2016, por el que el Estado argentino donó a la Fundación Scholas Ocurrentes la nada despreciable suma de 16.666.000 de pesos.

El Artículo primero estableció: “Otórguese a la Fundación Pía Autónoma de Derecho Pontificio Scholas Occurrentes un aporte financiero no reintegrable con cargo de rendición de cuentas por un monto de pesos dieciséis millones seiscientos sesenta y seia mil ($ 16.666.000), destinados a sufragar los gastos de personal, equipamiento e infraestructura de la sede central en nuestro País durante el presente año”.

Dicen los que conocen los pasillos de la Curia que el problema no fue el monto, ni el hecho de la donación, sino que el Pontífice se enteró del hecho por los diarios. No sólo eso, sino que un funcionario que estuvo en el Vaticano el mismo día en que el Papa le entregó al ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, el olivo que plantará María Eugenia vidal en la víspera del Partido por la Paz, que se realizará el diez de julio próximo, le anunció la donación, pero olvidó el detalle de portar consigo la copia del decreto por medio del cual se tomó la decisión, lo que arrancó del Sumo Pontífice una sonrisa en la que se podía adivinar la frustración.

Fuentes del Gobierno insisten con que la donación respondió a un pedido del propio José María del Corral, que cultiva una relación intensa con algunos funcionarios del Pro -los que le llaman Josema en la trastienda- y que se quejó en algún momento
porque sus colaboradores trabajan en un pequeño departamento, sin espacio suficiente, ni equipamiento adecuado, que es la situación que intentaron paliar con el Decreto Nº 711.

El dinero estará destinado a solventar las obras de la nueva sede de Scholas Occurrentes -que estará situada en Libertador y Dorrego-, a pagar salarios de sus colaboradores y a equipar las oficinas.

Más allá de los avatares, en el Pro temen que el Papa esté buscando la manera de devolver el dinero sin que se alborote el panal. Las gestiones actuales y las que desarrollarán en los próximos días los funcionarios de la Secretaría de Culto irán en la dirección de lograr que esto último no ocurra.

Quizás algún día exista un secretario de Culto que sepa lo que hay que hacer, a la vez que haya un Ministerio de Relaciones Exteriores que tenga a su frente a un canciller que se enfoque en los problemas de la Argentina y no de su propia carrera en los organismos internacionales. El arte de la diplomacia exige mayor eficiencia.

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