La Libertad Avanza quiere aprobar la Ley Ómnibus el sábado

La Libertad Avanza quiere aprobar la Ley Ómnibus el sábado

Desde LLA avanzan una mesa de negociación para “emprolijar” el texto.


El Gobierno se juega el futuro de su afamada Ley Ómnibus. Mientras el presidente Javier Milei está en Europa para participar del Foro de Davos, La Libertad Avanza (LLA) apuesta a que en las próximas horas podrá conseguir el apoyo definitivo que necesita para que su ambicioso proyecto legislativo tenga luz verde en el Congreso.

El lunes, el jefe de Diputados, Martín Menem y el enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo, Omar de Marchi, encabezaron negociaciones con la oposición dialoguista que integran los bloques del Pro, la UCR y Hacemos Coalición Federal. Las tribus del ya extinto interbloque de Juntos por el Cambio (JxC) tienen la puerta de salida del laberinto en el que están los libertarios, que con sus apenas 38 diputados de 257 está imposibilitados de darle media sanción a la norma.

Pero el acompañamiento de la oposición blanda no es incondicional: cada fuerza a su modo está exigiendo cambios claves en la ley de los que el jefe de Estado aún no dio pistas. En ese abanico opositor hay cierto consenso sobre tres puntos centrales para modificar: limitar las facultades extraordinarias del Presidente por la emergencia a un año con otro de prórroga vía autorización parlamentaria, eliminar o compensar las retenciones a las economías regionales, y garantizar medidas paliativas para los jubilados por la derogación de la actual fórmula previsional.

El lunes pasaron por el despacho de Menem algunos legisladores como los amarillos Silvia Lospennato y Diego Santilli, los radicales Rodrigo de Loredo, Karina Banfi y Carla Carrizo –más el secretario del bloque de la UCR, Alejandro Cacace–, y el lilito Juan López, que integra el bloque que conduce Pichetto.

La reunión versó sobre los límites a las facultades extraordinarias que tendría el Presidente. Para este martes se esperan nuevos cónclaves de peso en el Palacio, incluso con presencia de funcionarios del Ejecutivo, como puede ser el ministro del Interior, Guillermo Francos, otra espada política de Milei y quien lleva adelante la relación con los gobernadores.

El Gobierno piensa en dictaminar esta semana, entre el miércoles, jueves y viernes, y llevar la votación al recinto el sábado, un día atípico para los usos y costumbres parlamentarios y que ya levantó quejas en los bloques aliados. “Se está emprolijando todo. La idea es ir por un todo con correcciones, que no le quite el espíritu a las cosas, pero revisar todos en conjunto y terminar con una redacción final”, indicaron desde La Libertad Avanza (LLA) y no quedar a merced del kirchnerismo, que ya publicitó, en público y en privado, su rechazo total al proyecto de Ley Ómnibus.

Es lo que trataron de explicarle desde Juntos por el Cambio (JxC) a la Casa Rosada: la necesidad de exprimir al máximo los acuerdos para tener un dictamen de mayoría, alcanzar el quórum -entre LLA, el Pro, la UCR y Hacemos Cambio Federal suman 132 legisladores, 3 más que los 129 necesarios- y evitar una derrota legislativa en el debut del oficialismo en el Congreso en manos del kirchnerismo.

Se trata, en definitiva, de una semana crucial en el proyecto político y de gestión de la administración libertaria que ofrece, en su primer mes de gestión, una estrategia dual: un presidente inflexible en la construcción del relato y un grupo de dirigentes que, desde hace unos cuántos días, tiene que hacer malabares en las negociaciones políticas con Juntos por el Cambio (JxC) y un sector del peronismo no kirchnerista.

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