La noticia sorprendió a todos. El jueves por la tarde, mientras estaba de visita en el país y luego de haberse reunido con Mauricio Macri, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le habló a un grupo de empresarios de la creación de una moneda única para los países que integran el Mercosur.
Enseguida los especialistas salieron a calificar la medidad de disparate y poco seria. no solo por loa relación actual de las economías de Argentina y Brasil, que solo para tomar un ejemplo, tienen inflaciones totalmente distintas. Brasil alrededor del 5 por ciento y Argentina una de 40 por ciento proyectada para este año.
Pero además, no se puede comparar la industria de Brasil con la Argentina, entre otras tantas cuestiones. A eso se suma que tampoco hubo contactos con los socios menores del Mercosur. En definitiva todo se pareció a una gran cortina de humo que tuvo entretenidos a los medios periodísticos por un rato.
Ahora, que todo se trató de una cortina de humo quedó confirmado por una noticia que llegó desde Brasil. El Banco Central de Brasil emitió un comunicado esta mañana en el que afirma: “Que no tiene proyectos o estudios en marcha para una unión monetaria con Argentina. Hay tan sólo, como es natural en la relación entre socios, diálogos sobre estabilidad macroeconómica, así como debates sobre reducción de riesgos y vulnerabilidades y fortalecimiento institucional”.
La aclaración se da luego de que ayer, el presidente, Mauricio Macri, se reuniera con su par de Brasil en la Casa Rosada para discutir el futuro el Mercosur y un posible acuerdo de con la Unión Europea. “Hay que girar la visión”, dijo el brasileño al referirse al bloque sudamericano que, según señaló, debería dejar de enfocarse al ámbito regional para insertarse en el “desarrollo global”.
En este marco, había trascendido que Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, había reflotado ante empresarios e industriales la necesidad de converger en una moneda única. Las versiones hablaban de conversaciones preliminares con el gobierno argentino en ese sentido.
Los trascendidos indicaban que la moneda se podría llamar “peso real”.