Tras el golpe de la primera vuelta electoral, que si bien los dejó en el primer lugar pero con una ventaja muy corta y sabor a poco, el kirchnerismo no estructural se hizo cargo de parte de la campaña, de una manera más “espontánea” que organizada.
De esa manera, pudieron comenzar a verse carteles en ascensores, en comercios, y todos con consignas particulares que no responden al armado oficial de la campaña de Daniel Scioli, sino a actos voluntarios de personas que adhieren al proyecto de Cristina Fernández.
El blog Unidos y Desorganizados muestra algunas de estas manifestaciones, las cuales presenta como “actos espontáneos”. “Te acordas del club del Trueque? Vuelve con Macri. Voto Scioli”, dice alguno de los carteles que pueden verse, siempre pegados en lugares públicos o comercios propios. “Macri es la fiesta a la que nunca te van a invitar”, dice una pintada en una pared.
Otras tácticas.
Además, tras el encuentro que se realizó bajo el nombre “Amor si, Macri no”, se delinearon otras estrategias para militar en la calle, de manera anónima. Una de ellas consta de simular una conversación telefónica en un transporte público, y explicar, a un interlocutor imaginario, las razones por las cuales debería votar a Scioli en el balotaje. De esa manera, la idea es que los otros pasajeros escuchen la conversación y si están indecisos opten por la opción del FPV.
