El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) reveló que durante 2019 el empleo privado formal perdió 12 mil puestos de trabajo por mes durante el año, y 119 mil en 10 meses. Con lo cual la pérdida podría alcanzar los 145 mil en 2019.
En tanto, el PBI caería un 3,1 por ciento y acumularía una baja del 5 por ciento en 4 años, que se acercaría al 9 por ciento si se tiene en cuenta el PBI per cápita. Además, la producción industrial sufre una caída promedio interanual del 7,2 por ciento. El consumo privado estaría atravesando, por lo tanto, su peor recesión desde el año 2009.
Por otro lado, la caída en los ingresos fue notable: el haber mínimo jubilatorio se desplomó un 16 por ciento desde la reforma de la fórmula de movilidad jubilatoria en diciembre del 2017. Los salarios reales de los trabajadores formales cayeron un 2,1 por ciento en el acumulado en octubre de 2019, pero la caída podría alcanzar al 3 por ciento en diciembre.
Además, la desigualdad salarial entre convenios colectivos de trabajo se disparó en los últimos dos años, implicando un aumento de la segregación entre trabajadores de distintos gremios. Estos cambios están impulsados por la fuerte variación de los precios relativos que aconteció con las devaluaciones de 2018-2019.
La producción, el empleo, los salarios, las jubilaciones, las pensiones y las reservas en el Banco Central experimentaron importantes caídas. En cambio, la tasa de interés, la inflación, el dólar y el riesgo país subieron, y se agravaron los problemas de pobreza, inseguridad alimentaria y desempleo.
Por otro lado, se continuó con el ajuste en el gasto público, licuado por el aumento de precios; en cuanto a la recaudación, en la última parte del año -por motivos electorales y también por la agudización de la crisis- se impulsó cierta expansión fiscal que implicó que el déficit primario sea mayor al proyectado.
