Con la moderación del periodista deportivo Juan Pablo Varsky, el encargado de abrir la noche fue el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, quien adelantó que todos los deportistas invitados son ejemplos de vida para la Ciudad e hizo hincapié en la importancia del deporte para este distrito. Incluso, nombró las obras que el Gobierno realiza para prepararse para los Juegos Olímpicos de la Juventud del próximo año, como la Villa Olímpica, creando así una “Comuna del deporte”.
Camau Espinola, Hugo Porta y el entrenador del seleccionado de vóley, Julio Velasco, el secretario de Deportes de la ciudad de Buenos Aires, Luis Lobo, entre otras importantes figuras de este medio fueron el jurado de esta jornada, donde prepararon el terreno al mencionar que el deporte es un generador de valores, que va “mucho más allá de la competencia”.
El jurado distinguió a los tres ganadores del evento que recibieron una mención por tomar al deporte como una herramienta de soporte, asistencia e inclusión social, ayudando así a transmitirle sueños y valores a chicos de todas las edades. “Petaca”, “Nerea” y la Comunidad CAVI, donde a través del deporte “instauran la pastoral en las villas”.
Aprendizaje. El técnico del seleccionado argentino masculino de vóleibol, Julio Velasco, dejó un silencio profundo en la sala tras disertar acerca del primer valor en el deporte. “En el deporte no es suficiente hacer las cosas bien; hay que hacer las cosas siempre mejor que otro. Así ese otro sea uno mismo”.
“El deporte nos enseña a ganar y a perder. Nos enseña que uno es mejor en determinada actividad y en determinado momento. Que el hecho de que haya alguien mejor, no significa que no valgamos”, dijo el medalla de oro en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Y remató: “Aprendemos a que cuando uno pierde, somos nosotros quienes tenemos que cambiar, no buscar excusas afuera. Esto es algo que los padres deberían entender con sus hijos. No hay que ir a buscar a los maestros y a los entrenadores cuando al chico le va mal, ese chico tiene que aprender”.
Pasión. Juan Ignacio “Pepe” Sanchez fue base de la Selección Argentina de básquet de 1998 a 2011. Entre sus principales logros, se destacan la conquista de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y ser el primer jugador argentino en jugar en la NBA. Por eso, él fue quien tomó la palabra para explicar que la pasión conlleva enormes cuotas de esfuerzo y de “capacidad de sacrificar”. Hablar de pasión es hablar de “autosuperarse” y de la “posibilidad de conocerse a uno mismo sin depender de nadie y romper las barreras que nos ponemos, que nos inculcan desde afuera y la que la sociedad misma nos impone”. El joven ídolo, cerró: “Lo que nosotros hicimos y hacemos como deportistas es transmitir siempre pasión por lo que hacemos”.
Sacrificio. Jennifer Dahlgren es una de las atletas argentinas más destacadas de todos los tiempos. Supo ganarse el récord sudamericano de lanzamiento de martillo, prueba en la cual participó en cuatro Juegos Olímpicos.
¿Cómo logró ese éxito? Ella asegura que fue a través del sacrificio que, en realidad, prefiere llamar “esfuerzo” ya que está convencida de que ama lo que hace.
“Siempre vale la pena el sacrificio”, dejó en claro la joven mujer al mencionar que esa regla rige aunque se haya perdido.
“Hay un sacrificio invisible que es la dieta, kinesio, masajista, psicólogo y el descanso por sobre otras cosas; por eso el sacrificio está detrás de cada perdedor y ganador. En todo caso, creo que cuando los sueños no se cumplen, renacen”, dijo la primera mujer en llegar a una final en Daewoo.
Perseverancia. Sin duda, una de las mejores historias de la noche fue contada por el capitán de la Selección de fútbol para ciegos de Argentina, Los Murciélagos: Silvio Velo.
Al pisar el escenario y sentarse al lado de Varsky, frente al público, los presentes entendieron el valor que venía a transmitir. Considerado el mejor jugador del mundo en su disciplina, Velo nació “en un rancho de barro” en San Pedro, sin luz, sin agua y sin visión.
“No es cierto que ojos que no ven, corazón que no siente”, lanzó apenas comenzó a hablar. “Siempre soñé con ser un jugador de fútbol y hoy están escuchando la historia de un jugador de fútbol”, dijo el hombre que recorre 170 kilómetros para cumplir con cada entrenamiento.
Hoy, el padre de siete hijos redondeó con una frase moralizadora: “Desde que nací estoy derribando barreras. Cuando no hay voluntad, hay mil excusas; pero cuando hay voluntad, hay mil razones”.
Factor humano. Facundo Conte integra la Selección Argentina de vóleibol desde 2008, cuando ingresó con apenas 18 años, tras brillar dentro de la generación que fue campeón sudamericana sub 19 tras 26 años y medalla de bronce en el sub 21, la mejor posición histórica para Argentina en el torneo. Con la Selección mayor obtuvo el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y fue dos veces cuartofinalista en los Juegos Olímpicos. A nivel de clubes, jugó en Argentina, Italia, Rusia, Polonia y en la actualidad lo hace para el Shanghai de China.
Con todo esto, Facundo parece llevarse el mundo por delante. Sin embargo, el deportista se unió a Charla de Valores para explicar por qué había decidido renunciar a la Selección Argentina por un año.
“El cuerpo y la mente de un deportista también pasan factura. Yo me solía aferrar al deporte para que supla la carencia de otras cosas”, mencionó en referencia a sus interminables viajes y cuotas de esfuerzo.
“Entender que el descanso y el respiro es necesario si uno quiere disfrutar lo que hace al 100%. Uno a veces necesita un momento de reflexión”, explicó Conte y dejó claro que detrás de un súperatleta hay una persona.
Trabajo en equipo. Daniel Orsanic se destacó en el circuito profesional de tenis como doblista, especialidad en la cual ganó 8 títulos ATP, alcanzó otras 7 finales y trepó dos veces a las semifinales de Roland Garros. Una vez retirado, pasó a trabajar como entrenador, conduciendo a José Acasuso a su mejor posición en el ranking mundial. Fue elegido para dirigir el departamento de Desarrollo en la Asociación Argentina de Tenis y desde 2015 es el capitán del equipo de Copa Davis, torneo que Argentina consiguió por primera vez en su historia el año pasado.
¿Cómo logró todo esto? Para explicarlo, Orsanic hizo hincapié en el trabajo en equipo, donde cada rol es importante e imprescindible, desde el masajista, al entrenador; y desde el kinesiólogo hasta el jugador.
“Nuestro rol como entrenadores es acompañar al jugador; no les enseñamos nada, sino que los preparamos e intentamos darles las condiciones necesarias para que puedan optimizar su rendimiento”, dijo el compañero de Del Potro en innumerables triunfos y derrotas. “Siempre hay que estar dispuesto a escuchar mucho más que a hablar, sino uno corre el riesgo de estancarse en su propia experiencia”.
Deporte como herramienta de cambio. Sebastián Battaglia es el futbolista xeneize con más títulos en su haber. Dado a su gran trayectoria y avocación por el deporte como una herramienta de inclusión social y formador de valores en los chicos, el ídolo que convocó a su propia “hinchada” en la Usina del Arte contó que la juventud de hoy cambió.
“El entorno de los chicos hoy no es el mismo. Cuando yo era chico no había redes sociales, estábamos siempre con la pelota. Hoy el campito desapareció”, expuso. Y, a sabiendas de que “las redes sociales ya ganaron”, Battaglia aseguró que “hay que saber aprovecharlas para llegar a los chicos”. “El deporte los saca de ese estado individual, y aprenden a trabajar en equipo, con compromiso. Pero para eso es necesario que los padres también colaboren y que dejen a los chicos ser lo que ellos quieran ser”.
Detrás de un suceso hay un proceso. Tras ganar una medalla de bronce en Beijing 2008 y un diploma en Londres 2012, Paula Pareto conquistó el oro olímpico en Río 2016 en judo. Junto con Cecilia Carranza es la única mujer argentina que se ha consagrado campeona olímpica.
Pareto se consagró como una referente para las mujeres (y hombres) dentro del mundo del deporte, por eso se acercó a Charlas de Valor para contar que ese suceso tanta alegría y orgullo les causó a los argentinos el pasado año con su triunfo en los JJ. OO. fue un suceso corto, pero que llevó un proceso de más de cuatro años.
Al mismo tiempo que brillaba en el deporte, estudiaba Medicina en la Universidad, por lo que su preparación para los Juegos Olímpicos le significó un doble esfuerzo. Entre parciales y entrenamientos, Pareto se recibió de médica en 2013, actividad a la que se dedica en la actualidad.
Hoy, además, es la campeona de Judo y tiene en su haber muchos logros más, como dos podios en Campeonatos Mundiales, tres en Juegos Panamericanos y tres en Juegos Odesur. En 2015 fue galardonada con el Premio Olimpia de Oro.
Vivir para contarlo. El cierre de la jornada estuvo a cargo de un invitado especial: Roy Harley, uno de los rugbiers que sufrieron la tragedia de los Andes, donde con sólo 20 años de edad vio morir a muchos de sus amigos tras el choque del avión en el que viajaba el equipo.
“Créanme, en un segundo nos cambió la vida. Íbamos a salir esa noche con unas chicas en Chile, y de repente nos encontramos con la muerte y el frío”, comenzó.
El siniestro del primer avión que volaba en su vida se llevó la vida de 18 de sus amigos.
Sin suministros y en medio de la nada, quedaron varados en la nieve durante días. “Fueron empezando a aparecer los roles: doctores, ingenieros, inventores… que se respetaban”, contó el hombre que lleva aún cicatrices en su cuerpo.
Tras el fallecimiento de cada vez más de sus compañeros por la falta de comida y resguardo, finalmente escucharon por la radio que la búsqueda a ese vuelo se había cancelado. “Fue la mejor noticia que podríamos haber recibido”, sorprendió el sobreviviente. “Dejamos la posición pasiva de esperar a que nos encuentren para activarnos y organizarnos. Ahí entendimos que dependía de nosotros vivir o morir”, explicó Harley; y cerró: “Es bueno escuchar las historias de los deportistas que lucharon por lo que eligieron; y sin desmerecerme, mi historia fue distinta. Yo no tuve opción”.
