Cada mujer debe hacer la historia

Cada mujer debe hacer la historia

"La Legislatura ha trabajado para reconocer los derechos reproductivos y sexuales, por garantizar la igualdad de derechos y responsabilidades y por promover la protección de la familia. Queda trabajo por delante para hacer efectivos estos derechos mediante políticas inclusivas e integrales".


Cada año, a raíz del Día Internacional de la Mujer suelen recordarse hechos significativos; logros sociales, políticos, científicos y artísticos llevados a cabo por mujeres en nuestro país y en el mundo.
La historia argentina resalta vida y obra de mujeres que han dedicado su vida a la lucha por el reconocimiento de derechos civiles, políticos y sociales, de las mujeres en particular, y de diversos sectores que han sufrido la vulneración de los mismos.
Pero resulta imprescindible destacar la acción cotidiana de cada mujer que lleva adelante un hogar, ejerce una profesión, trabaja y a la vez cuida de sus hijos y de sus afectos. De la mujer – trabajadora, la mujer- militante, la mujer- docente, de la mujer madre, hija, esposa y amiga. La mujer protagonista de cada hecho cotidiano que enaltece la condición humana.

Ese quehacer diario y ese trabajo; basados en la solidaridad, la equidad y fortaleza son los que permitieron a muchas familias enfrentar y superar la crisis que afectó a la Argentina desde fines de la década del noventa y que aún no hemos superado. Fueron mujeres provenientes de las clases más humildes y desprotegidas las que se pusieron al frente de sus hogares.

No es tampoco un hecho casual que las mujeres de nuestra Ciudad y sus "armas" hayan conducido un movimiento espontáneo que dio la última bofetada y que significó el derrumbe final de un gobierno nacional con amnesia.

Porque como destaca Dora Barrancos en su obra "Inclusión, Exclusión, historias con mujeres", fueron las mujeres, desde los más diversos ámbitos, pero sobre todos desde su realidad diaria y familiar, las que dieron nacimiento y apoyo a los valores revolucionarios y democráticos a fines del siglo XX, y queda claro cuando expresa: "No puede sorprender que repose en una mujer, el sagrado fuego que impulsará los desviados valores del sistema, como tampoco puede sorprender que el altar de la prédica desde donde se induce a la transformación cívica sea el propio hogar".

Son en la actualidad las mujeres las que ejercen un rol de liderazgo social al tener un rol activo en sus familias, en sus barrios, en un aula e incluso en una comunidad.

Es destacable en este sentido el rol activo que han ejercido distintas organizaciones, como el aporte de la Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras. Esta organización ha analizado la necesidad de modificar la estructura urbana de Buenos Aires, que como otras ciudades modernas fue construida acorde a los deseos y necesidades masculinos. Hoy hay que pensar en una Ciudad que satisfaga las necesidades de ambos géneros y que contenga infraestructura adecuada a los niños y a personas con dificultades de movilidad. Este trabajo constituyó un ejemplo del vínculo entre una mirada técnica y la perspectiva de género.

En la actualidad integro la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto a otras 23 mujeres, provenientes de las más diversas esferas sociales y políticas. En cada uno de nuestros actos garantizamos el cumplimiento de los derechos de los ciudadanos. Específicamente apoyamos toda iniciativa que permita el desarrollo de las políticas especiales consagradas en la Constitución de la Ciudad, entre ellas la igualdad entre varones y mujeres, tanto en el ámbito público como en el privado y en los partidos políticos. La Legislatura ha trabajado para reconocer los derechos reproductivos y sexuales, por garantizar la igualdad de derechos y responsabilidades y por promover la protección de la familia. Queda trabajo por delante para hacer efectivos estos derechos mediante políticas inclusivas e integrales.

Constituye un desafío, en este contexto, encaminar nuestro conocimiento, nuestras ganas y nuestra sensibilidad a la satisfacción de las demandas más urgentes de las mujeres y de las familias de nuestra Ciudad.

Por ello, si trabajamos cada una desde nuestro ámbito de pertenencia, en pos de una participación plural, de la obtención de consensos, de la igualdad de trato y oportunidades, estaremos construyendo una sociedad solidaria y justa que nos conducirá a una democracia inclusiva. Está en cada una de nosotras sentar los cimientos de la Ciudad que queremos.

(*) Legisladora porteña por Unión para Recrear Buenos Aires

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