“Alternativa” es una fiesta que tiene lugar en el boliche “Le Click/La Negra” los días viernes. En la última, celebrada el último 18 de julio por la noche, hasta entrada la mañana del sábado 19, Camila, de 19 años, fue abusada por cuatro hombres.
A raíz del hecho, los organizadores de “la fiesta”, expresaron -a través de Facebook- su “preocupación” por lo sucedido durante el evento, y le pidieron a quienes supieran algo que se comunicaran con ellos.
Sin embargo, entre las réplicas a la publicación –fueron más de 300- surgieron tres mensajes que llaman especialmente la atención y revelan de qué va “Alterna”.
A través de los mismos, una usuaria destacó: “Déjense de joder con que no dejan pasar menores. Las minas muestran un poco de escote y de piernas, y los patovas ni les preguntan la edad”. A lo que añadió, “no hay control, es cierto”.
Posteriormente, la misma forista, habitué de las fiestas “Alternativa”, relató: “El piso de arriba es un telo, donde todos cogen sin carpa y los patovas se pasean por ahí, viéndolos, y no dicen ni hacen nada”. Mientras que reflexiona, “me parece que la principal razón por la que no se detuvo lo que le estaba pasando a la pobre chica”, por Camila.
Previamente, otro usuario, había expresado: “Alterna no es un boliche como cualquier otro. No rompamos las bolas, que somos grandes”
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Vale destacar que los participantes de la última fiesta “alterna” decidieron autoconvocarse, a través de las redes sociales, con el fin de exigir justicia en la puerta de las instalaciones donde se perpetró el abuso, Av. Rivadavia 1910.
Antiguamente, las fiestas alternativas tenían un público reducido, que eran las “tribus urbanas”. Donde los “darks” y los “alternativos” eran los protagonistas de la noche. Aunque con el pasar del tiempo, fueron mutando y masificándose.
Si bien la violación de Camila fue presentada mediáticamente como un hecho que se sucedió en el marco de una fiesta “vale todo”, hay puntos del relato de la víctima que poco tienen que ver con las reglas de dicha práctica.
Generalmente, esta “actividad”, se inicia a través de grupos de Facebook, donde varones invitan a mujeres y cuenta con una serie de reglas. En los mismos, se van subiendo fotos de los probables asistentes, y tanto unos como otros, se envían “selfies sexies” que sirven como “gancho” para asistir.
Las condiciones las ponen los mismos participantes, quienes a través de pulseras de colores dejan entrever su intencionalidad sexual. Por ejemplo: quienes usan pulsera roja dan muestra de estar en compañía o en pareja, mientras que los lucen la verde están dispuestos a formar parte del “vale todo”. En tanto que el amarillo es sinónimo de duda o “un tal vez”, como quien dice. Organizadores de los mismos señalan que en el evento “hay un poco de alcohol y preservativos gratis”. “Nunca drogas”, aclaran.
En consecuencia, todos los caminos conducen hacia la negligencia de los organizadores de “Alternativa”, que según relatan los propios participantes del evento, se mantienen indiferentes ante la sucesión de actos sexuales en sus instalaciones, a pesar de que ellas no son aptas para dichas prácticas.