El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se manifestó este jueves en el bloque político de la jornada anual CONSENSUS 2018 “El Consenso Político. El desafío pendiente de construir acuerdos de largo plazo”, un encuentro de reflexión y diálogo organizado por el IAE Business School de la Universidad Austral, en el Campus de Pilar.
Durante el espacio, se analizaron las claves que permitirían abordar el desafío de construir acuerdos de largo plazo en el actual contexto político y social de Argentina identificando fórmulas superadoras e innovadoras para establecer relaciones sustentables entre las partes.
“En la Argentina de hoy hay posibilidad de diálogo, uno puede o no ponerse de acuerdo. Decir a todo que sí es bastante fácil y decir a todo que no es más fácil todavía. Lo que es más difícil es discernir, poder acordar y poder encontrar -dentro de la cultura autoritaria que tenemos los argentinos- que es salir de la lógica de la tolerancia. Yo no debo tolerar al que piensa distinto, sino aprender de la diversidad porque si lo que yo planteo es que mi umbral solo llega a tolerar al que piensa distinto estoy perdido. No hay consenso”, expresó allí el precandidato presidencial por el peronismo federal que se destaca por su espíritu dialoguista con el Gobierno de Cambiemos.
Y agregó: “Hay que institucionalizar el consenso en este mundo que está cambiando. Nuestra democracia ahora es más participativa en detrimento de una democracia representativa, entonces debemos abrir canales de participación ciudadana permanente y entender que en ello no hay peligro”.
Así, con clara visión a las elecciones ejecutivas que se disputarán el próximo año, contempló: “Cuando llegan las elecciones, hay que bajar el dramatismo de que el mundo empieza o termina en esa elección y entender procesos evolutivos donde vamos escuchando a la gente. Creo que hay que ir a mecanismos de participación directa con referéndum y consultas populares con mucha más frecuencia. Hoy hay mecanismos tecnológicos que nos permiten hacerlo sin gastar una fortuna”.
Tampoco dejó pasar la oportunidad de “tirarle flores” a la gestión de Mauricio Macri: “Debo valorar positivamente el clima que vive la Argentina porque lo genera el gobierno en la cabeza del presidente, y porque lo favorecemos nosotros desde la oposición que respondemos a esa dinámica diferente. Más allá de que haya más o menos resultados, hay un clima diferente en la Argentina. También hay un contexto global y temporal que nos permite avanzar en esa lógica del consenso”.
Y, para concluir, expuso: “El desafío es salir de la incompatibilidad absoluta que tenemos para administrar los disensos. Tenemos que encontrar mecanismos de administración no traumática de disensos que permitan ir a una democracia vibrante de verdad. Una democracia vibrante no es aquella en la cual se termina generando un corporativismo de iguales defendiendo privilegios o en otra donde la minoría logra circunstancialmente ocupar mayores posiciones de poder su verdad respecto de los otros. El equilibrio lo da la participación ciudadana”.