Taller Protegido Nº 19: 6 empleados, 0 pacientes

Taller Protegido Nº 19: 6 empleados, 0 pacientes

Los trabajadores de ATE intentarán reconstruir el Taller tal cual era, bajo la dirección del arquitecto Jaime Sorín. Hoy funciona sin pacientes porque no tiene entrada por el Borda. Un despropósito.


Militantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) aseguraron que reconstruirán el Taller Protegido Nº 19. “Vamos a hacer un taller igual al que se demolió. Era un taller antiguo, un monumento histórico el que tiraron abajo, por lo tanto vamos a intentar reconstruirlo con las mismas características que tenía”, aseguró Ernesto Balbiano, Secretario Adjunto de la Comisión Interna de ATE Talleres Protegidos.

El diseño de los planos estará a cargo del ex decano de la Facultad de Arquitectura y miembro de Carta Abierta, Jaime Sorín, que confirmó que realizará la tarea “como colaboración. Todavía no tenemos plazos establecidos, recién vi cómo quedó el terreno. Me voy a poner a trabajar con la gente del taller e iremos ajustándonos a sus necesidades, porque son ellos los que lo van a usar”, afirmó el arquitecto. Para financiar el proyecto, la comisión tiene previsto realizar distintas actividades a beneficio y la apertura de una cuenta para donaciones en el Banco Nación.

“El 2 de junio se hace una actuación a beneficio en el Teatro Fray Mocho, para empezar a juntar los fondos”, contó Ricardo Talavera, secretario gremial de la Comisión Interna de Ate Talleres Protegidos.

Los dirigentes gremiales descuentan que la convocatoria será exitosa porque “hemos recibido la solidaridad de un montón de gente, inclusive de distintos sectores sociales y políticos que están dispuestos a brindar una colaboración”.

Paralelamente, los delegados están recolectando firmas para que sea la Legislatura la que ordene la reconstrucción de este taller además la cancelación del proyecto para la construcción de un centro Cívico. “Posiblemente tengamos que hacer un emprendimiento productivo con los pacientes, para que ellos puedan hacer la tarea y cobrar. Pero siempre vamos por la de máxima, que es que vuelvan los compañeros y los pacientes a trabajar ahí”, aseguró Balbiano.

El taller protegido intrahospitalario del Borda es uno de los 19 que integran el sistema de Talleres Protegidos de Rehabilitación en Salud Mental que dependen de la Dirección General de Salud Mental del Ministerio de Salud de la Cindad, que tiene tres secciones: herrería, carpintería y pintura.

“Ahí se hacían muebles para los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires: los fabricaban los pacientes junto con nosotros, que monitoreamos y nos vinculamos con ellos a través del trabajo, para que se vayan resocializando y recuperando sus habilidades”, expresó Balbiano.

Desde 1984 y hasta 2012 el taller funcionó en un galpón del Hospital Borda, que las autoridades aseguran que no fue cerrado sino “relocalizado”, aunque los trabajadores denuncian que el nuevo local de la calle Brandsen 2665 “funciona sin pacientes”, que son el objetivo de la institución, que recupera enfermos psiquiátricos.

“Cuando se cerró este taller, los seis compañeros que trabajaban ahí fueron administrativamente obligados a concurrir, sin tareas, al nuevo taller, que no estaba terminado, y por eso hasta el día de hoy sigue sin pacientes. Los mismos docentes los que están haciendo camas, herrería, pintura”, contó.

Según Balbiano, “hicieron un taller a las apuradas, por eso cuando prendés una máquina no podés hablar ni escuchar y el ruido supera todos los límites posibles, por lo que tampoco pueden ir los pacientes”. Al momento de su cierre, en el lugar se desempeñaban 7 monitores y 13 pacientes, pero el lugar llegó a albergar a 35 pacientes.

Uno de los 6 trabajadores del Taller Protegido Nº 19, Humberto Herrera, aseguró que el grupo “apoya todas las actividades que impliquen devolver su actividad al taller 19, pero el que lo tiene que reconstruir es quien lo destruyó. Actualmente no concurren pacientes porque no está terminado el acceso que conecta el local con el hospital, para que los pacientes puedan ingresar sin salir del predio. Yo tengo 24 años en esta institución, mi vocación es muy fuerte y ya hace casi un año que estamos sin poder hacer lo que nos gusta y para lo que nos contrataron”, dijo.

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