El enfrentamiento entre Julián Domínguez y Aníbal Fernández, en el marco de la interna bonaerense del Frente para la Victoria, tiene a maltraer al precandidato presidencial del espacio, Daniel Scioli, quien decidió automarginarse de los actos de cierre de los precandidatos a la gobernación del distrito que actualmente conduce.
En pos de resguardarse del ruido interno entre ambos dirigentes, acentuado por la denuncia que Jorge Lanata presentó contra el jefe de Gabinete, a tan sólo cinco días de las PASO, Scioli pegó el faltazo al cierre de campaña que el presidente de la Cámara de Diputados protagonizó junto a su compañero de fórmula, Fernando Espinoza, en la ciudad de La Plata.
En cambio, sí estuvo presente gente de su entorno, como la ministra de Gobierno bonaerense y candidata a diputada nacional, Cristina Álvarez Rodríguez.
Según informaron fuentes sciolistas, lo mismo hará este miércoles a las 19, cuando Fernández se presente en el teatro Gran Rex de esta ciudad, para coronar su campaña, que por esta grave acusación lanzada por Lanata, en la que se lo vincula con el triple crimen de General Rodríguez y al manejo del tráfico de efedrina, se vio manchada.
Menos cauteloso que Scioli, su compañero de fórmula Carlos Zannini, se refirió al difícil momento que atraviesa Aníbal durante un acto en la provincia de Jujuy. Allí, el secretario de Legal y Técnica dijo sobre Fernández: “Es un hombre que todas las mañanas se levanta para defender al gobierno, y le pagan con una gigantesca obra de manipulación mediática”. La orden de la Casa Rosada fue clara, hay que encapsular a Aníbal.
