En la Legislatura porteña existe un curioso mecanismo de coordinación entre los tres sindicatos que representan a los trabajadores legislativos, que son la Asociación de Trabajadores del Estado, Sutecba y Unión de Personal Civil de la Nación. El secretario general de ATE-Legislatura, Pablo Gennaro, le pone nombre: Mecanismo Intergremial. “Nos vamos a reunir la semana que viene y ahí vamos a armar la agenda gremial”, acota.
“Existen varios ítems sobre los que tenemos que discutir, porque la devaluación fue un fuerte cimbronazo sobre los salarios. Además, tenemos que analizar cómo va a impactar el aumento sobre el Impuesto a las Ganancias. Puede ser que se resuelva con un porcentaje y una suma fija. Lo que es seguro es que la semana que viene –tras la reunión– lo vamos a tener más claro”, aseveró el sindicalista.
En los dos últimos años, los sindicalistas evolucionaron. Ya no van a las mesas de negociación solo con pedidos salariales, sino que se están centrando más en el reclamo por blanquear los adicionales que se agregaron a los sueldos en los últimos años, que generan la paradoja de que en un mismo salario existen cifras en blanco y cifras en negro. Son los ítems “no remunerativos”, que no se suman a las jubilaciones ni le sirven tampoco, al no formar parte del salario básico, al trabajador que quiere gestionar un crédito.
Esto mismo van a reclamar todos los gremios estatales, que tampoco se ven dispuestos a aceptar el 23 por ciento que planteó la semana última el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti. “No puede ser que Mauricio Macri hable de una inflación del 35 al 40 por ciento anual y después nos ofrezca lo que dijo Grindetti”, graficó Gennaro.
“No hay que perder la seriedad –planteó el gremialista–, si el Gobierno porteño incrementó en un 35 por ciento el pasaje del subterráneo, en casi el 100 por ciento el impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza y también los peajes, nos obligan a pedir una suma que no va a ser menor al 35 por ciento”, adelanta el secretario general de ATE-Legislatura.
“El salario es una variable que debe ser considerada en forma anual, porque si se otorga un aumento en cuotas, un 20 por ciento no es un 20 por ciento, porque una serie de incrementos que va desde enero a enero no es una suma realmente percibida por el trabajador en el año en curso. Solo es aceptable si las cuotas se cubren durante el año, pero hay algunas que se terminan de cobrar en marzo del año siguiente”, asegura Gennaro.
“Nosotros queremos salvar el salario del incalificable ataque que está sufriendo por parte de los monopolios y las corporaciones”, cerró el dirigente sindical.
