La puja política por implementar la Boleta Única Papel (BUP) , en todo el país, provocó la reacción por parte de los gobernadores, que no están de acuerdo con este sistema de votación.
Si bien ya hay provincias en donde se implementa este instrumento a nivel local, como los casos de Santa Fe y Córdoba, las críticas del oficialismo giran en torno a un posible deterioro del sistema de elección.
El proyecto se debatió en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y de Presupuesto y Hacienda. Allí se modificó la firma del dictamen de la mayoría, que recibió el apoyo de los interbloqueos de Juntos por el Cambio (JxC) y Federal.
La iniciativa tiene el objetivo de terminar con el “voto cadena” y el robo de boletas, haciendo un sistema de votación más transparente. Mediante una misma boleta de papel se colocan todos los nombres y las fotos de los candidatos por categoría, separados por columnas y de acuerdo a los partidos políticos.
El elector marca con una lapicera el casillero del candidato que desea votar o, en caso contrario, no puede elegir a ninguno y votar en blanco. Esto, también, evita la impresión de boletas desmedidas porque todos los candidatos ya están representados en una única boleta.
Asimismo, en junio del 2022, la Cámara de Diputados ocurrió con 132 votos afirmativos, 104 negativos y 4 abstenciones , la iniciativa que establece este nuevo instrumento de votación. La postura del Frente de Todos (FdT) fue la de oponerse y la del Frente de Izquierda (FIT) fue la abstención.
En su momento, el diputado nacional, Miguel Nanni (UCR) fundamentó la postura de su espacio: “Está pensada para el ciudadano, que aleja un montón de picardías que mutaron en trampas hasta llegar a degradar al sistema”.
Mientras que el legislador del bloque Identidad Bonaerense, Florencio Randazzo : “ Hemos logrado una nueva mayoría, plural, diversa y respetuosa en una argentina de la grieta que nos impide encontrar soluciones a los problemas que tenemos”.
Por su parte, el socialista Enrique Estévez señala que el proyecto “viene a fortalecer nuestra vida democrática, la de nuestras instituciones, y queremos valorar esta idea de consenso y de diálogo necesario en nuestro país”.
Desde el oficialismo, el titular del Interbloque del FdT, Germán Martínez manifestó que los puntos más críticos son que este instrumento “atenta contra la gobernabilidad” , debido a que perjudica la relación entre los poderes del Estado y lleva a la “farandulización de la política ” . Además, realizó una fuerte crítica a las corporaciones que “quieren gobiernos débiles para imponer condiciones” y terminan siendo favorecidos.
Sin embargo, el rol de los gobernadores fue determinante a la hora de bloquear el debate en la Cámara alta, ya que el proyecto fue girado, en junio del 2022 , a las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, que presiden los oficialistas Guillermo Snopek y Oscar Parrilli, mano de derecha de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se pronunció en contra de la BUP. Pero nunca comenzó el debate.
Ante una nueva elección nacional, donde no sólo se elige un nuevo Congreso, sino también quién presidirá el país durante los próximos cuatro años, la posibilidad de votar mediante este nuevo sistema quedó trunco en el Senado y no podrá ser implementado en el 2023 .Habrá que ver qué posición tomará la Cámara alta y si el proyecto perderá estado parlamentario.
Las estrategias electorales fueron al pie de cañón porque s e sabe que un cambio en las reglas de juego, el resultado puede ser otro y esto está más presente que nunca en la relación de poder entre el oficialismo y la oposición que buscarán que quedarse con la la mayoría en ambas cámaras.
