Como era de esperar el peronismo empezó con la rebelión anunciada como cada vez que un líder partidario abandona el poder. Y encima, los malos modos y el maltrato de la Presidenta hacia “sus” compañeros parecen haber acelerado este proceso. La idea de convivir con la Cámpora y de seguir haciendo seguidismo de Cristina no parece ser el camino que tomarán los gobernadores justicialistas y aliados. Y la primer prueba se dará mañana, en donde se pondrá en juego la potencia de cada sector o para ser más claros la debilidad ante el nuevo gobierno de Macri con la que el peronismo enfrenta esta etapa.
Por ejemplo los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Sergio Casas (La Rioja) , Sergio Uñac (San Juan) y Juan Manzur (Tucumán) mandarían a sus diputados al Congreso a la ceremonia de traspaso.
Gerardo Zamora y Maurice Closs, de Santiago del Estero y Misiones también se sumarían al movimiento aunque en forma más lenta y sigilosa o sea a media máquina. Mientras tanto se suman los guiños sobre todo con Córdoba en donde José De la Sota aspira a jugar un rol importante partidario y Chubut en donde Mario das Neves hará equilibrio entre el peronismo y el nuevo oficialismo nacional. En la misma posición se encuentra el pampeañno Carlos Verna
Daniel Scioli no es una figura menor aunque no tenga distrito en este momento. Diego Bossio y Cristina Álvarez Rodríguez, mañana también se sentarían en la asamblea legislativa junto a su jefe derrotado.
Del otro lado, junto a “la jefa” permanecen solo Sergio Uribarri de Entre Ríos y Jorge Capitanich (Chaco).
