Las PASO podrían ayudar a Macri y a Vidal en octubre

Las PASO podrían ayudar a Macri y a Vidal en octubre

Opinión.


Inédita situación la que pasará la Argentina en los próximos cinco meses en la que quizás todos los habilitados para votar en este año tengan que dirimir hasta en tres veces la misma elección y la misma oferta. Sobre todo si esos votantes son partidarios de las coaliciones que polarizaron el acto electoral.

Todas las quejas en la Provincia de Buenos Aires del oficialismo de María Eugenia Vidal luego que ella desestimara (de acuerdo con Macri y Marcos Peña como en el cierre de listas) el desdoble electoral, consistían en la “crueldad” de esa decisión que podía hacer perder a Vidal para que ganara un Macri poco competitivo y que gozaba de una ronda más para recuperar terreno. Esa vuelta de más el Presidente la sigue teniendo, y no deja de ser una ventaja comparativa con Vidal, siempre y cuando el panorama económico se mantenga con la tranquilidad ¿ficticia? con la que vivimos por estos días.

Pero lo que ha cambiado es el carácter de las PASO, ya que nada vital se tendrá que definir, sobre todo en el rubro presidencial y vice.

Es definitivamente la primera vuelta electoral.

Y en Provincia, logran un “ballotage” que no existía.

Se ha dicho mil veces que las abiertas y simultáneas son la mejor encuesta que puede tener un país a la hora de analizar las tendencias. Y también que pueden generar acciones tales como verificar rumbos de manera definitiva, meter miedo a la continuidad (Macri) o a determinado cambio (Cristina), ser el termómetro para usar el voto útil en la siguiente ronda, o resignificar de cualquier manera el voto que cada uno realizó.

Para que ganen los Fernández la nacional habrá una ronda clave que será la primer vuelta. Deben sacar la ventaja justa en las PASO para que en primera vuelta se pueda mantener o incrementar, sin hacer mucho ruido ni queja. Es en ella donde el Frente Todos debe buscar la diferencia alta que permita noquear o al menos plantear una casi segura victoria en lo que queda. Después será más difícil.

El presidente Macri en busca de su reelección tendrá seguramente dos chances para afinar la propuesta y optimizarla con la ventaja de contar con una maquinaria electoral que en términos de efectividad llega invicta y con todos los laureles.

Es acá donde no hay simetrías en las capacidades, son definitivamente superiores los amarillos a los azules y eso tiene que ver con ser los pioneros, actualizarse de modo permanente y no haber perdido elecciones ni el poder desde que empezaron a implementarlo. Mucho desorden por ahora en el llano peronista aquí.

La crisis económica reinante, la recesión y la falta de horizonte de una mejoría, constituyen el principal factor aglutinante del peronismo y sus aliados. La base está (diría el Bambino) y son los votos duros del kirchnerismo. Sobre estos votos van a plantarse Alberto Fernández y Sergio Massa como los aliados moderados, las caras visibles por si la gente quiere  cambiar, y que este cambio no sea tan brusco ni suene a retroceso.

Si Macri logra levantar su imagen un poco en la Provincia, como marcan algunas encuestas en el país, quizás Vidal tenga chances, si logra atravesar las PASO con un diferencial negativo máximo de -5. Esa es la capacidad personal que tiene ella en campaña, recupera en los medios, tiene un buen corte favorable (como en 2015), y pertenece al partido que controla “el Estado” en materia de aparato para una “segunda vuelta” decisiva. La maquinaria amarilla acá también juega voto a voto contra los intendentes del conurbano mayormente peronistas. En una campaña que se ve venir ultra polarizada, el “Vidal o Cristina” será sin dudas una campaña fuerte y cerrada.

Si la diferencia fuera mayor, solo un milagro, el “miedo” a retroceder a los K de nuevo podría beneficiarla. Pero estaría claro ahí que la prioridad de la mayoría de la gente sería otra: salir del tobogán social.

Macri en las PASO también pierde seguro. Una distancia amplia (-8 o más) podría complicarle por el tema fuga de capitales, mercado cambiario y la estabilidad, además de la pésima elección. La culpa a Cristina de su parte será inevitable, pero el daño está hecho. Y quizás hacia ambos aunque solo sea uno/a el que lo/a pague.

Pero volvemos al principio. Gracias a las PASO, tiene dos rondas para recuperarse, solo si pasa octubre.

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