“El peronismo no es equiparable a ningún tipo de populismo”

“El peronismo no es equiparable a ningún tipo de populismo”

Así lo afirma la cuarta edición de la revista MOVIMIENTO21: "El peronismo tiene la obligación de recrear su identidad para volver a transformarse en la expresión de las esperanzas de nuestro pueblo".


El próximo jueves 8, a las 18, en el salón Olimpo del hotel Savoy, la revista MOVIMIENTO21, dirigido por el secretario general de la Asociación del Personal de Organismo de Control (APOC), Hugo Quintana, se presentará su cuarto número, cargado de política y crítica social. Esta vez se abordarán temáticas tan polémicos como el “elitismo, el populismo vs. el peronismo”.

Allí, disertarán la exdefensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini; el exsecretario de Comercio y dirigente empresarial, Pablo Challu; el exdiputado nacional, Rafael Flores; y el mismo Quintana.

En su editorial, el Consejo de Dirección de la revista expresa que “contra lo que afirma la prédica incesante del antiperonismo de izquierda y de derecha, el peronismo no es equiparable a ninguna de las múltiples especies de populismos de distinto signo ideológico que se propagan por el mundo, no sólo en América Latina sino en Europa y hasta en  Estados Unidos”.

Y resaltan que “desde el oficialismo y una parte importante de los medios de comunicación, escudándose detrás de una legítima crítica al populismo, se pretende impulsar un elitismo empresarial, para afianzar un dispositivo cultural destinado a confrontar con un peronismo que, a pesar de sus hondas contradicciones internas, avanza trabajosamente en la búsqueda de una actualización doctrinaria y una renovación política orientadas a erigirse en una alternativa de gobierno para 2019”.

Con puntillosa agudeza, la editorial también proclama: “A partir de la condena generalizada de la opinión pública a un populismo que en los últimos años usó el gobierno para lucrar sistemáticamente con la manipulación clientelística de la pobreza, con el fin de legitimar la acumulación de poder político y económico en manos de una minoría privilegiada que se adueñó del aparato del Estado, se intenta ahora justificar la reaparición de una versión modernizada de aquella vieja Argentina en la que el pueblo era un simple convidado de piedra en las decisiones políticas, que estaban controladas por el poder económico”.

Para finalizar, desde MOVIMIENTO 21, proponen que frente al  “tenaz esfuerzo distorsivo de los cultores de este elitismo empresarial, que es el antiperonismo del siglo XXI, y más allá de la incendiaria retórica populista de los cultores de la extraña nostalgia de una revolución imaginaria, que jamás sucedió, el peronismo tiene la obligación de recrear su identidad para volver a transformarse en la expresión de las esperanzas de nuestro pueblo”.

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