Bastó una noche para que al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, le hagan saber que no es bienvenido como precandidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires en el kirchnerismo.
Tras anunciar el martes por la noche en el programa de Alejandro Fantino (América TV) que retomaba con impulso su postulación y ya buscaba compañero de fórmula, cayó sobre él un racimo de críticas desde su (todavía) propio espacio político.
La secretaria parlamentaria del bloque de diputados nacionales del FPV, Teresa García, aseguró que Insaurralde “es de los dirigentes a los que cualquier colectivo lo deja en la puerta” y anunció que “no se lo va a acompañar a quien por su falta de coherencia no lo merece”.
Por otra parte, el intendente de Berazategui y aspirante a gobernador, Patricio Mussi, junto a los jefes comunales de Navarro, San Antonio de Areco, General Rodríguez, Castelli y Punta Indio enviaron un comunicado en el que le pidieron explícitamente al lomense que se dedique a buscar la reelección en su municipio “para garantizarlo y así sumar votos al espacio que conduce la Presidenta”.
Además, consideraron que el marido de Jésica Cirio “no sólo traicionó al electorado del FPV al abandonar su banca de diputado, sino también a todos los que estuvieron trabajando codo a codo con él para instalar su candidatura”.
También el diputado nacional Mario Oporto sostuvo que “no se puede ser candidato a gobernador cuando se estuvo dudando si ser oficialista o ser de un espacio opositor”. Y la lista sigue, con los intendentes de Chacabuco, General Paz, de Alberti, legisladores bonaerenses, etc.
El kirchnerismo esperó su momento para pasarle la factura al ex diputado por su juego especulador entre Daniel Scioli y Sergio Massa, una novela que ocupó varios meses del año pasad hasta decantar en la indiferencia este verano. A mediados de marzo, el lomense formalizó su apoyo a la candidatura del gobernador bonaerense, al día siguiente que Massa lo plantó por tercera vez consecutiva en un encuentro sin justificativo –según dos fuentes massistas confirmaron a Noticias Urbanas-.
Pero el escenario ahora es otro y faltan solamente dos meses para el cierre de listas y se acerca la hora de la verdad, por lo que los actores juegan fuerte. Con buenas chances de ser los candidatos kirchneristas a gobernador y vice, Julián Domínguez y Diego Bossio son los más interesados en ponerle un rápido cerrojo a Insaurralde.
De hecho, ayer y en medio de la sesión, operadores del presidente de la Cámara de Diputados procuraban dejar trascender el fastidio del kirchnerismo con el intendente y pidieron a sus dirigentes que salieran a marcar la cancha.
Si bien Insaurralde presenta un alto índice de conocimiento en la Provincia, aliados poderosos que pueden ayudar en la campaña y poder de fuego mediático, parece que su cuarto de hora ya pasó y que aunque mida mejor que todos en las encuestas (menos que hace un año), su precandidatura no es políticamente sustentable para el resto de la dirigencia. Ni del kirchnerismo (nadie salvo el sciolismo lo respalda) y menos del massismo.
Imposible no recordar lo que Massa le reconoció a un interlocutor momentáneo hace medio año, en pleno triángulo político-amoroso con Scioli e Insaurralde, admitía que su intención real era desgastarlo hasta el paroxismo y arrinconarlo en Lomas de Zamora, para que tampoco pueda ser candidato del FpV. Al menos esta jugada, al tigrense, le salió bien.