El reclamo por la ley de Centros Culturales se hizo festival

El reclamo por la ley de Centros Culturales se hizo festival

“Queremos una norma que nos represente", fue la consigna de la jornada Cultura Unida ante una situación que afecta a salas chicas, milongas, peñas y artistas callejeros. El otro efecto Cromañón.


Distintas organizaciones de artistas de la Ciudad, como MECA, ESCENA, ARTEI, FAAO, Potencia Unida, La Cultura No Se Clausura, Seamos Libres, Roja y Blanca y Abogados Culturales, se manifestaron, desde las cinco de la tarde de ayer y pese a los chaparrones que a la noche cayeron en el centro porteño, en las puertas de la Legislatura, con un festival que combinó distintas disciplinas artísticas como el canto, la danza y también el malabarismo. ¿El motivo de la protesta? Que en el recinto se tratara de una vez por todas el proyecto de ley relativo a los centros culturales. Finalmente, la sesión fue maratónica -culminó pasada la medianoche- pero no incluyó en su labor el trabajo sobre la propuesta, que será analizada en una sesión extraordinaria el jueves 18.

Las razones que fundamentaron el reclamo por el debate sobre la iniciativa se encuadran en el cierre de cientos de centros culturales porteños, lógica que llegó, según los artistas, casi a un episodio tragicómico, cuando el 13 de noviembre, por tercera vez y por causas diferentes a las anteriores, se clausuró el Teatro del Perro a cargo de Diego Mauriño, en Bonpland al 800, en plena función. Esa vez, según los argumentos de los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control, la faja era motivada por las medidas de la puerta del espacio: 2,5 centímetros menos que las permitidas. Además, adujeron que el límite del lugar era 50 personas y esa noche había 57. Claro que contaron a los actores en escena y también a los técnicos.

En ese episodio, representativo del desconocimiento o incumplimiento expreso de la normativa vigente por parte del GCBA -leyes 2542 y 2147-, que incrementa sus visitas en YouTube día a día, es que los artistas porteños, no solo los que trabajan en salas y centros, sino también los callejeros, justifican su hartazgo. Y exigen, entonces, una ley que contemple las distintas situaciones que operan por fuera de la órbita comercial, muy lejos del paradigma de la calle Corrientes, nucleándose en emprendimientos descentralizados, por todo Buenos Aires.

“La cultura independiente porteña hoy es un movimiento que involucra sectores amplios y espacios diversos, donde miles de personas por año disfrutan de espectáculos y se forman en sus talleres. Estos espacios fundamentales para la vida cultural están luchando por la aprobación de una ley que los contemple en su actividad”, manifestaron a viva voz cientos de artistas el jueves a la tarde en Perú al 100.

Las peticiones, entre distintas performances –una de ellas daba instrucciones para manifestarse pacíficamente por la cultura, instando a aguardar la señal, recostarse en el piso, reconocer la melodía y cantarla- van por el cese de las clausuras ilegítimas de los espacios culturales que no ponen en riesgo la seguridad de las personas; una ley de Centros Culturales representativa; el resguardo del derecho a acceder y producir contenidos en la vía pública y transportes; la capacitación de los inspectores responsables de controlar el correcto funcionamiento de los espacios; la garantía del correcto funcionamiento de las distintas líneas de fomento; y la reinstauración de la Unidad de Proyectos Especiales de la AGC para agilizar los espacios de diálogo y trabajo en conjunto.

“Esperamos que el jueves próximo los diputados puedan tratar el proyecto porque no pueden hacer oído sordo a nuestro pedido y dejar de lado esta situación problemática que llevó a tantas clausuras ilegítimas y restricciones a los artistas callejeros”, dijo a NU Hugo Szmoisz, de MECA. En rigor, existen en debate cinco expedientes que buscan la regularización de los centros culturales, pero los diputados trabajan en un proyecto que reúna el consenso para su aprobación, lo que ocurriría, como se señaló, el jueves 18, cuando la Legislatura convoque a una sesión extraordinaria.

En ese marco, las organizaciones de artistas adelantaron que volverán, ese día, a pedir por la sanción de la iniciativa porque “estos espacios son fundamentales para la vida cultural de la Ciudad”. “Es ahí donde trabajamos”, precisó Natalia Zonis, de la agrupación Cultura Unida.

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