El costo de la canasta escolar se incrementó un 27 por ciento

El costo de la canasta escolar se incrementó un 27 por ciento

NU charló con Consumidores Libres sobre las tendencias de este año. En febrero se dieron aumentos de más del 60 por ciento, como en el caso de los clásicos sacapuntas y regla.


El 2 de marzo comienzan las clases, así que por estos días ya se ven deambular por la Ciudad a muchos padres con sus hijos en búsqueda de precios, de buenos precios. Es que, aun a sabiendas de los caprichos de los chicos ante la elección de la cartuchera, la lapicera y así con la mochila y el resto de los útiles escolares, los mayores deberán tener en cuenta un dato: según la entidad de defensa de usuarios y consumidores presidida por el exlegislador Héctor Polino, Consumidores Libres, de 2014 a esta parte el costo de la canasta escolar se incrementó en las casas minoristas, en promedio, un 27 por ciento.

De acuerdo al propio Polino, el relevamiento hecho por su asociación comprende 37 productos de librería y unos cuatro artículos de indumentaria escolar. “En cuanto a las mochilas, unos de los elementos más requeridos, se ofrecen diferentes diseños, medidas y calidades, cuyos precios oscilan entre los 100 y los 800 pesos, registrando, de ese modo, un aumento promedio del 30 por ciento en relación al año anterior”, explica a NU, el referente de Consumidores Libres.

Ahora bien, veamos algunos ejemplos del aumento. Entre los clásicos de la infancia, el cuaderno forrado de 100 hojas y 90 gramos, tapa dura y marca Rivadavia, fue de 45 a 60 pesos, experimentando una suba del 33,33 por ciento. Y para los más grandes, los que cursan carreras en nivel terciario o universitario, el típico cuaderno espiralado de 80 hojas y 57 gramos, pasó de 19 a 25 pesos el más básico, alcanzando, de esa manera, un aumento del 31,58 por ciento. En cambio, las familias de aquellos adolescentes que acostumbran malgastar hojas, podrán quedarse un poco más tranquilas: el repuesto de 96 hojas y 57 gramos descendió un 17,30 por ciento: fue de 18,50 a 15,30 pesos. Igual, lo aconsejable sería que exploten las redes sociales a la hora de dar rienda suelta a los amoríos. La naturaleza, agradecida.

Entre los artículos que observan los aumentos más escandalosos figuran la carpeta negra de oficio escolar con un 44,83 por ciento (de 14,50 a 21 pesos); el paquete de fibras escolares de seis unidades, con un 36,36 por ciento (de 11 a 15 pesos); el lápiz de grafito de primera marca –por ejemplo, Faber– con un 42,86 por ciento (de 5 a 7 pesos); el infaltable bolígrafo azul, negro, rojo, o verde, de marca Bic, con un 42,86 por ciento (de 3,5 a 5 pesos). Y los ejemplos más llamativos, por lo elevados, los representan la regla de 20 centímetros, con un incremento del 60,71 por ciento (fue de 2,80 pesos el año pasado a 4,40 en este); la tijera escolar económica, ya sea plástica o de metal, que subió de 9,50 a 15 pesos (un 57,89 por ciento), y el famoso sacapuntas metálico: del año pasado a 2015 fue de 5,50 a 9 pesos, incrementándose un 63,64 por ciento y tentando a varios, así, con la idea de volver a afilar cuchillos y sacar punta a lo criollo, en todos los sentidos.

Respecto al rubro indumentaria, el panorama no es el más auspicioso pero las subas no son tan drásticas. Por caso, el guardapolvos recto talle 10, tela Arciel, pasó de 120 a 140 pesos (un alza de 16,67 por ciento), y el de tela Acrocel, similar modelo y un poco más barato, subió de 105 a 120 pesos, registrando un ascenso porcentual del 14,29.

Por su parte, Héctor Polino brinda algunos consejos a la hora de encarar la tarea de la compra. En cuanto a lo macro, y a los fines de prever y organizar la propia economía, dice: “Los padres de los alumnos conjuntamente con las autoridades y docentes de la escuela deben impulsar la constitución de cooperativas y mutuales escolares, en virtud de lo establecido en el artículo 90 de la ley 26.206 del año 2006, de educación nacional. Al comprar los útiles y artículos escolares en grandes cantidades se defiende el poder de compra logrando una efectiva reducción de precios. Es saludable tener presente que el cooperativismo y el mutualismo escolar constituyen una nueva herramienta pedagógica que forma a la niñez y juventud en la práctica de nuevos valores y nuevos comportamientos auténticamente solidarios, humanistas, participativos y democráticos”.

Para el acto concreto de compra, recomienda “llevar armada la lista de útiles y artículos a comprar, para evitar tentaciones por ofertas y promociones que podrían aumentar los gastos innecesariamente. Si la compra se realiza a crédito, debe quedar claro la tasa de interés efectiva anual, el total de intereses a pagar y el costo financiero total, incluidos seguros o adicionales si los hubiera”. Ahora, si la compra se realiza por internet, “hay que verificar que el sitio del proveedor contenga su identidad, domicilio, precio final e incluidos los gastos de entrega, impuestos y seguro”. Y siempre –destaca Polino– se debe exigir la entrega de factura y comprobante de pago.

A su vez, comenta a Noticias Urbanas, es necesario revisar “que el certificado de garantía esté escrito en idioma nacional, con la identificación del vendedor, fabricante, importador o distribuidor. Y cuando un producto tenga defectos o vicios de cualquier índole que afecte su correcto funcionamiento, el comprador puede ejercer la garantía legal que tiene una vigencia de tres meses cuando se trata de objetos usados y de seis meses en los demás casos a partir de la entrega”.

Por último, sostiene que es recomendable observar que el producto no contenga elementos cortantes o punzantes, que puedan ocasionar lesiones al alumno y que, quien realiza la compra –lo mejor es que sea un adulto– se cerciore que los artículos no contengan pigmentos, pinturas alérgicas o sustancias tóxicas que puedan afectar la salud de los niños (en fibras, resaltadores, témperas, etcétera).

Acerca de la orientación de Polino, Guido Mercado, papá separado, cuenta a NU luego de recorrer una tarde el barrio de Once junto a su hijo Julián, de 11 años: “Creo que hacer la listita de compra es clave. Y otra cuestión no menor es buscar las cosas con tiempo. De todos modos, es complicado lidiar con una industria que se parece a la del juguete por lo variada y vistosa: los chicos no se cansan de pedir”. María del Carmen Guirado, maestra de Liniers, parece tenerla clara: “A mi nena, que tiene ocho años, le compro algo como para conformarla, como una linda mochila o cartuchera. Después, solo me atengo a lo necesario. Me fijo que la ecuación precio-calidad me cierre. Y si el producto es lindo, mejor. No hay que dejarse llevar por las falsas ofertas; hay que comparar, como con los súper, porque cada vez alcanza menos. Hay que caminar. Lo decía Lita de Lazzari, ¿no?”.

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