En 2018, en la provincia de Buenos Aires murieron 217 niños menores de un año menos que en 2017. La cifra, que puede parecer fría y formar parte de un dato más de los tantos estadísticos que se calculan a diario en el país representa, sin embargo, una caída de 0.6 puntos (pasó de 9.5 en 2017 a 8.9 en 2018), lo que la convierte en la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia de la Provincia.
“Vine a anunciarles que tenemos la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia de la provincia de Buenos Aires -dijo la gobernadora María Eugenia Vidal, en un encuentro con periodistas del que participó-. Y la baja demuestra que las políticas en materia de salud dan resultados”.
El indicador, que es el resultado del total de defunciones en el primer año de vida, sobre los nacidos vivos, por mil, confirma una tendencia decreciente que se afianza por tercer año consecutivo: en 2016 el índice había sido de 9.9 -lo que significaba 2827 defunciones-, en 2017, 9.5 (2461 defunciones) y en 2018 fue de 8.9, con 2244 defunciones.
Para Vidal, el índice “es uno de los tres mejores logros en los tres años de gestión” y enumeró a los “mejores índices en Educación (que se presentarán en breve) y una baja en el índice de víctimas de inseguridad del 20/25%” como los otros dos grandes alcances de su gobierno.
En tanto, según el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Andrés Scarsi, el índice “es el resultado de un plan integral de trabajo que está llevando adelante el Gobierno provincial centrado en mejorar el acceso al sistema de salud en todos sus niveles para brindar una atención que se adapte a las necesidades de cada bonaerense y en el acompañamiento social de los que más lo necesitan”.
Al mismo tiempo, aseguró, “se llevan adelante medidas concretas dirigidas a regionalizar las maternidades, ordenar la demanda a partir de los centros de salud de los barrios y a el seguimiento personalizado e integral de embarazadas y recién nacidos”.
Consultado sobre las principales causas de mortalidad antes del primer año de vida, Scarsi señaló cuatro como las más determinantes: “Las enfermedades perinatales, las enfermedades congénitas, los trastornos del desarrollo producto de la gestación y las malformaciones respiratorias”. En tanto, “la prematurez, el bajo peso al nacer y las complicaciones respiratorias son los principales factores de riesgo que detectados a tiempo en el embarazo ayudarán a seguir bajando la mortalidad”.