Finalmente, la Justicia jujeña recibió la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que otorgó una cautelar para que Milagro Sala reclamando al Estado “su liberación inmediata” o, al menos, la adopción de “medidas alternativas a la detención preventiva, como el arresto domiciliario”.
Si fuera escuchada, la resolución podría derivar en la liberación de la dirigente social, que permanece arbitrariamente detenida desde enero de 2016 -pocos días después de que el gobernador Gerardo Morales asumiera su cargo-, acusada de una serie de delitos de los que ninguno es pasible de encarcelamiento, al menos hasta que Sala sea condenada por alguno de ellos.
La resolución fue recibida con hostilidad por el gobernador Morales, que es el mentor de la prisión de Sala, dado el poder de convocatoria que posee ésta, que potencia sus reclamos de justicia social. El gobernador acusó a los miembros de la CIDH de haberse constituido en “una facción de burócratas que no sabe cómo vivimos en Jujuy”.
En un acto convocado para rememorar el Día de la Pachamama, Morales expresó que “acabamos de pedirle a la Pacha que nos ilumine para sostener la paz lograda, para que exista Justicia en Jujuy, para que se termine la violencia”, insinuando que la culpable de que ese bienestar no fuera posible en Jujuy mientras esté libre sería Milagro Sala, precisamente una líder del pueblo Kolla, que es la colectividad que tiene a la Pachamama como deidad principal. Un contrasentido.
Luego, Morales tildó como “mala noticia” a “aquella resolución de la CIDH, ese organismo que está desprestigiando el sistema interamericano”.
El ministro de Justicia Germán Garavano, en tanto, consideró que “somos respetuosos de las recomendaciones de la CIDH, pero también de las decisiones de los jueces de la provincia de Jujuy“, intentando un inestable equilibrio que culminó con la apelación a que “el caso no tiene que ser analizado políticamente. Acá hay una investigación contra la dirigente por fuertes sospechas de corrupción“.
Por su parte, la líder de la organización social Tupac Amaru, Milagro Sala, afirmó que la resolución de la CIDH “fue una pequeña luz de justicia“, aunque destacó que “tampoco me voy muy contenta, porque quedan mis compañeras acá“, en relación con el resto de la población carcelaria que se encuentra alojada en el Penal de Alto Comedero.
Paralelamente, en referencia a la visita que termina de realizar a Jujuy el presidente de la Nación, Mauricio Macri, la calificó como “una desgracia”, asociando su sentencia con otras visitas presidenciales, en la que “hay un desastre por donde pasa él: pasó en Humahuaca, en el Volcán, en Tilcara y en Purmamarca, donde se cayó un puente seis o siete meses más tarde” de la llegada del líder del Pro.
Por último, en declaraciones a un matutino porteño, la líder político-social anticipó que uno de los jefes del Servicio Penitenciario le anunció que su liberación es “inminente”.
