Renace la Liga de Gobernadores Peronistas, en clave de poder

Renace la Liga de Gobernadores Peronistas, en clave de poder

Consideran que el Gobierno entró en una fase de crisis que no podrá resolver. Delinearán una estrategia para conseguir que no les quiten más porcentajes de la coparticipación y para erigirse en alternativa de poder en 2019.


Cuando las PASO estén al alcance de la vista, el tres de agosto, los gobernadores peronistas se reunirán en Buenos Aires para comenzar a darle forma al futuro del PJ y comenzar a buscar la manera de suceder a un Mauricio Macri al que observan inmerso en una crisis que consideran que no podrá superar.

La vuelta de la Liga de los Gobernadores tiene, por lo tanto, una fecha posible. Lo que se verá en los próximos dos años es cuál es el plan para el regreso. Hasta la última reunión preparatoria de ésta, los mandatarios provinciales priorizaban su necesidad de fondos para hacer obras en su relación con el Gobierno nacional, pero la política se limitó a eso, aunque la situación comenzó a cambiar el 17 de mayo, cuando once gobernadores se reunieron en la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires.

Ese día, no todos los mandatarios habían sido invitados, aunque se decidió que a la siguiente reunión se convocaría a todos. El peronismo en todas sus variantes gobierna hoy en 16 provincias: Domingo Peppo (Chaco); Juan Schiaretti (Córdoba); Juan Manuel Urtubey (Salta); Gildo Insfrán (Formosa); Alberto Rodríguez Saá (San Luis); Alicia Kirchner (Santa Cruz); Carlos Verna (La Pampa); Gustavo Bordet (Entre Ríos); Sergio Uñac (San Juan); Sergio Casas (La Rioja); Juan Manzur (Tucumán); Lucía Corpacci (Catamarca); Mario Das Neves (Chubut) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego), a los que habría que sumar a las provincias asociadas en las que gobiernan los ex radicales Hugo Passalacqua (Misiones) y Claudia Ledesma Abdala de Zamora (Santiago del Estero).

Al salir de esta reunión, Peppo adelantó los pasos que seguirían. “Después de este proceso electoral queremos darle forma aun espacio de gobernadores con poder real”, manifestó.

De todos modos, la fecha de la reunión es bastante inesperada, ya que estaba previsto que fuera convocada después del 13 de agosto, el día en que se vota en las primarias nacionales. Uno de los detonantes de la convocatoria fue, seguramente, el resultado de las elecciones en Chaco, que dejó mucha tela para cortar.

Allí se eligieron el domingo último 16 legisladores provinciales -la mitad de la cámara-, de los cuales el peronismo ponía diez en juego y renovó nueve. Cambiemos, por su parte, ponía en juego a cinco y consiguió seis. El legislador que perdió el peronismo pasó a manos del Partido del Obrero.

Luego, la propaganda dirá que el peronismo se impuso ampliamente a Cambiemos en los resultados globales, con una ventaja de unos diez puntos. Paralelamente, el peronismo perdió un legislador y además disminuyó en algo más de cuatro puntos su porcentaje con respecto al obtenido en las PASO. En aquella elección, obtuvo el 49,95 por ciento, contra el 46,23 por ciento que obtuvo este 23 de julio. Cambiemos, por el contrario, mejoró en un punto su resultado en las PASO y aumentó su bancada con un legislador más.

En Chaco, como en la elección para intendente en Corrientes Capital, el antiguo y casi fenecido Frente para la Victoria -que sumaba al peronismo y a las agrupaciones K- sufrió pequeños desmembramientos, que le valieron la pérdida de entre tres y cuatro puntos en sus porcentajes finales. Y el resultado definitivo demostró claramente que romper las viejas alianzas con el kirchnerismo residual impacta negativamente en la elección. En esta ocasión, el propio intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, reconoció que los votos de los ex aliados de Chaco Merece Más -Partido Nacionalista Constitucional y Frente Grande-, que se presentaron por separado, representaron una mengua de unos siete mil votos, solo en Resistencia.

Hace tiempo que los analistas vienen augurando que nada le va a sobrar al peronismo en las elecciones de medio término del 22 de octubre. Puede ganar en los territorios en los que gobierna, pero sólo si contiene a todas sus heterogéneas agrupaciones. En esta ocasión, el que desprecia puede perder, como le pasó al intendente correntino Fabián Ríos, que obligó al Frente para la Victoria a desgajarse del tronco y éste obtuvo un 3,36 por ciento, que sumado al porcentaje que obtuvo Ríos, del 46,37 por ciento hubiera totalizado casi el número de la victoria (49,73 por ciento), que fue finalmente para el médico de Cambiemos Edgardo Tassano, que ganó con el el 50,29 por ciento. Quien habla sólo de números dirá que la suma hubiera sido insuficiente para ganar, pero la matemática no es lo mismo que la política, lo que se podría resumir en pocas palabras: la unidad adiciona virtudes que son difíciles de evaluar, pero que muchas veces le quitan votos al oponente y le suman, en paralelo, al que la sostiene. Pero ésta es solo una especulación.

Paralelamente, Cristina Fernández de Kirchner pasó a ser una incógnita y se verá cuál será su papel en el futuro. Lo que es seguro es que hoy no lidera esta movida, pero su performance el 22 de octubre definirá su rol en el proceso político que vendrá. Si obtiene un triunfo, aunque sea por un voto, se convertirá en una pieza importante. Si, en cambio, los resultados no la favorecen, Santa Cruz será su destino. De todos modos, más allá de amores y odios -cosecha de ambos-, nadie reniega de su capacidad para armar política. En cuanto a su lugar en la Liga, nunca la dejarán ingresar. Mide demasiado, cuestiona demasiado y juega demasiado fuerte. Es demasiado peligrosa, por lo tanto. Esperarán a ver qué pasa y allí decidirá sus pasos inmediatos.

El tres de agosto

En la reunión se tratará especialmente -además de la conformación de su opción política futura- el tema de la coparticipación perdida, ya que la Nación se queda cada vez con más recursos, confirmando aquella teoría que reza que en tiempos de crisis económica, la Casa Rosada recorta en su beneficio dos cuentas del Tesoro Nacional, que son las jubilaciones y los fondos provinciales.

Al anunciar la reunión, el gobernador chubutense Mario Das Neves advirtió que “no queremos que se lleven todo la provincia y la Ciudad de Buenos Aires”. En el mismo tono, el cordobés Juan Schiaretti exigió que la Casa Rosada “deje de quedarse con los recursos que son de las provincias”.

Schiaretti destacó además que el cuco de Cristina lo esgrimió el Gobierno nacional esperando que “le iba a dar resultados en las elecciones” y prometió que “quienes vamos a impedir que vuelva a ser alternativa somos los gobernadores peronistas, que nos hemos constituido en una liga”, desnudando sus coincidencias con Macri, que obtuvo en Córdoba un contundente triunfo en 2015, que le permitió ganar la elección.

La Liga de Gobernadores Peronistas aludida se constituyó el año pasado en San Juan, bajo el auspicio de los gobernadores Urtubey, Verna, Bordet, Uñac, Bertone, Manzur, Corpacci, Casas y Schiaretti, pero este año está buscando, no sólo pelear por mayores fondos -que saben que no van a lograr-, sino por constituirse en alternativa de poder en 2019.

Por eso, las elecciones de Chaco fueron una luz de alarma. No hay 2019 si no se gana el 22 de octubre de este año.

Qué se dice del tema...