Hace tiempo ya Mauricio Macri tiene intención de construir un gran estadio en la ciudad, que le otorgue a Buenos Aires una vidriera en el mundo del espectáculo como la que le concedió hace pocos días Roger Waters en su visita a la Villa 31.
El del espectáculo es un rubro que no es indiferente a los funcionarios de la administración PRO, que, así como han prohibido algunos espectáculos en River, club al que obligó a colocar pantallas acústicas, en otras ocasiones autorizó con más labilidad los shows realizados en la Bombonera.
El fracaso del ex presidente de Boca Junios en la compra del Club Comunicaciones, que quedó finalmente en manos del líder de la CGT, Hugo Moyano, movilizó el ingenio de la dirigencia PRO para complacer a su jefe y viraron la mirada hacia un predio cercano a River, que actualmente pertenece a la Obra Social de Buenos Aires (ObSBA).
Después de la presentación de varias propuestas, la que habría quedado en primer lugar sería la de la empresa de entretenimientos Fénix Group Entertainment, que maneja las carreras de Charly García y Diego Torres, que estaría dispuesto a encarar una inversión de 25 millones de pesos para construir el Buenos Aires Arena, tan al estilo norteamericano. La empresa invertiría además dos millones de dólares como garantía.
