La prestación del servicio de agua potable y cloacas en la Ciudad de Buenos Aires quedará en manos de la empresa Aguas y Saneamientos Argentinos (AYSA), tras la rescisión del contrato de Aguas Argentinas, anunciado este martes por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido. La empresa AYSA también se hará cargo del servicio en el conurbano bonaerense.
Carlos Ben, actual integrante del directorio de Aguas, será el titular de la flamante empresa, en la que el Estado tendrá en sus manos el 90 por ciento del capital accionario y los trabajadores conservarán el 10 por ciento que poseen en la actualidad a través del Programa de Propiedad Participada (PPP). Las nuevas autoridades serán puestas en funciones este mismo martes. Ben, hoy kirchnerista, pasó por las filas del duhaldismo, y tiene buenas relaciones con el gremio de Obras Sanitarias, que conduce José Luis Lingieri.
De Vido realizó el anuncio en una conferencia de prensa que brindó este martes en la Casa Rosada. Lo acompañaron el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman; el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y el secretario de Obras Públicas, José López.
El ministro adujo que la rescisión del contrato con Aguas Argentinas, fue "por culpa del concesionario" y que el presidente Néstor Kirchner tomó la decisión porque la empresa no resolvió los problemas de contaminación con nitratos que se detectó en algunos pozos de agua del sur del conurbano, que fueron habilitados este verano para resolver una bajas en la provisión. "Siempre le interesó más hablar de aumento de tarifa", señaló De Vido, en relación a la actitud que venía tomando la empresa. Asimismo, el ministro señaló que con el cambio no aumentarán las tarifas y remarcó que "la empresa hoy es estatal".
Telerman consideró "inaceptable" que en la ciudad de Buenos Aires, "casi el cinco por ciento de los habitantes no tienen servicios cloacales".
Remarcó el "apoyo y compromiso" de su gestión con esta deicisión del gobierno nacional, por la cual el "estado hace uso de su capacidad de regulación y decisión".
Para Telerman que el Estado "vuelva a tomar en sus manos el control" del servicio de agua potable y cloacas, "no sólo es para resolver una necesidad, que hace a una sociedad justa y equitativa, sino que también se hace una defensa a ultranza, necesaria, vital y estratégica de un recurso como es el agua".
La rescisión del contrato se realizará mediante un decreto de necesidad y urgencia del Poder Ejecutivo, que será enviado al Congreso para su ratificación.
