Pocos gobernadores y mucha convocatoria: el PJ inició su larga marcha

Pocos gobernadores y mucha convocatoria: el PJ inició su larga marcha

El cuórum fue holgado y la Cámara Nacional Electoral debería tomar nota.


El Congreso Nacional del Partido Justicialista, que se realizó el viernes 8 de junio en el gimnasio Héctor Etchart del Club Ferrocarril Oeste, fue uno de los hechos más importantes que generó el peronismo en los dos últimos años, pero aún así dejó abierta una advertencia para su conducción: si no se hacen las cosas bien y la convocatoria general no es lo suficientemente sincera y coherente, la derrota en 2019 está a la vuelta de la esquina.

Y no es que no se hayan hecho algunas cosas bien, pero la sensación que campeaba entre la dirigencia y la militancia es que lo hecho todavía no alcanza y que será necesario elevar sensiblemente la puntería en los próximos meses.

El dato de color es que sólo hubo tres gobernadores presentes, que fueron el formoseño Gildo Insfrán, que preside el congreso partidario y fue reelegido para ejercer tal función; la santacruceña Alicia Kirchner, y el puntano Alberto Rodríguez Saá. Paralelamente, solo tres provincias desistieron de enviar a sus congresales: Salta, Tierra del Fuego y Córdoba.

La exigua convocatoria del Congreso hacia los mandatarios provinciales alarmó a los que desconocen el juego partidario. Un dato refuta tal pesimismo. La mayoría de los congresales solo pueden viajar si su partido paga sus pasajes y su estadía en la –para muchos– lejana Buenos Aires. En casi todos los casos, el desembolso corre por cuenta de los gobernadores o de los caciques provinciales, que son quienes manejan las estructuras partidarias distritales, y se encargaron, por lo tanto, de enviarlos a la capital de la República.

Este doble juego de los mandatarios provinciales es permanente. El juego de poder es en el peronismo una religión, y sería poco confiable para sus propias tropas el dirigente que no sea capaz de dejar un huevo en cada una de las diferentes canastas. No existen las vías únicas ni la frontalidad excluyente en la política. La realidad es la única verdad. Además, pocos días atrás los diputados que ellos lideran votaron favorablemente una de las iniciativas opositoras que más incomodó al Gobierno nacional, que fue la ley por la que se retrotraían las tarifas al 1 de noviembre de 2017. Esto obligó al Presidente a calzarse el incómodo uniforme spinettiano apócrifo del Capitán Veto. Por esa razón, en esta ocasión actuaron solapadamente, con el único objetivo de no sobrecargar de tensión los cables que los conectan con la Casa Rosada.

Este desarrollo viene a cuento porque el gobernador chaqueño, Domingo Peppo, al mismo tiempo que se producía el Congreso, llegaba a la Casa Rosada para reunirse con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y, no conforme con ello, declaró que el acuerdo con el FMI –lo citaron para dictarle pautas de ajuste en su provincia– “permitirá alcanzar la estabilidad económica y fiscal del país”. Mientras tanto, los congresales chaqueños estaban en Ferrocarril Oeste y se manifestaban absolutamente contrarios a eso mismo que manifestaba su gobernador.

 

Actualización política y doctrinaria

En un rasgo de actualización doctrinaria, la Carta Orgánica partidaria fue reformada para imponer la cláusula de paridad de género, por lo que desde ahora en más el peronismo presentará sus boletas electorales intercalando de uno en una a sus candidatxs.

Pero la decisión más importante que tomó el Congreso Nacional del Justicialismo fue la creación de una Comisión de Acción Política (CAP), para la que fueron elegidos el ex gobernador pampeano Rubén Marín; el gobernador puntano, Alberto Rodríguez Saá; el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez; el diputado camporista Wado de Pedro; el ex ministro de Salud nacional y bonaerense Ginés González García; el diputado santafesino Agustín “Chivo” Rossi; el expresidente del PJ bonaerense Fernando Espinoza; la diputada bonaerense Cristina Álvarez Rodríguez; su colega rionegrina María Emilia Soria; la senadora tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich, y la diputada provincial santiagueña Estela Mary Neder.

La CAP deberá reunirse con todos los referentes del peronismo para empezar a limar asperezas y conformar un bloque homogéneo para 2019.

El resumen más fino lo realizó, finalmente, la filosa lengua de Felipe Solá, que con un toque de humor casi le agradeció al interventor designado por la Justicia, Luis Barrionuevo, que fue el “que nos unió”.

El peronismo extraña, desde la muerte de Néstor Kirchner, la existencia de un líder. Pero no hay ninguno que tenga alcance nacional. Hoy, el peronismo no es federal, sino distrital. Cada caudillo lidera una tribu, pero no hay terminal nacional. Si no hubiera candidatos que convoquen a todos, el peronismo se convertiría en una federación de partidos vecinales y se volvería tan horizontal que se tornaría anárquico.

Ése es el desafío que le espera.

 

 

José Luis Gioja

“En 2019, el peronismo irá con los mejores”

El viernes obtuvieron el cuórum.

–El cuórum sobraba. Llegaron 620 congresales desde todo el país. Dentro de todo, hubo algún problema con 40 congresales de Capital, con otros 30 y pico de Chaco y con 12 de Neuquén. Los demás estaban todos. La verdad es que hay cosas que emocionan. Por ejemplo, de la provincia de Río Negro, de doce congresales faltó uno solo (N. de la R.: Miguel Ángel Pichetto). De 62 congresales de otra de las provincias, llegaron 60. De Santiago del Estero, solo faltaron dos, de 44 que tienen. Aquí estuvo todo el peronismo.

–¿Significa esto que el cuerpo peronista rechazó absolutamente la intervención partidaria y que el fallo de la Cámara Nacional Electoral debería tomar nota de este congreso?

–Nosotros ya definimos la intervención como ilegítima e ilegal, pero esto no fue para la Cámara Nacional Electoral. De todos modos, la Justicia y la Cámara tienen ojos y orejas y es probable que sepan ver y escuchar.

–Bueno, primero el fiscal Di Lello desaconsejó la continuidad de la intervención y luego la mayoría del peronismo desautorizó a la Justicia. ¿Usted reafirma que la Cámara deberá tomar nota de este hecho?

–Lo espero, no lo sé. Nosotros dijimos lo que dijimos, pero esto que hicimos, lo hicimos para reunir a los justicialistas, para nadie más. De todos modos, si la Cámara resolviera lo que debería resolver, estaría trabajando para la democracia.

–Si esto se evaluaba el 7 de junio, el día anterior al Congreso, y daba que había cuórum, habría resultado en un cuestionamiento a la decisión de la jueza Servini de Cubría.

–Acá existió representatividad. Provincia por provincia, solo faltaron Córdoba, Tierra del Fuego y Salta, los demás distritos estuvieron todos representados.

–¿Qué sigue ahora?

–Seguir trabajando mucho, esperar a que la Justicia decida y luego recorrer el país. Vamos a estar en todos lados. Adonde haya una expresión del justicialismo, ahí vamos a estar.

–¿Cómo se arma 2019?

–Con los mejores. Hubo, aquí en Ferrocarril Oeste, varios de los que desean ser candidatos, y eso es bueno. Después haremos una gran PASO, yo lo anticipé en mi discurso. De allí saldrá el mejor.

 

Felipe Solá

“Barrionuevo nos unió”

–¿El dólar debería estar gravado?

–Deberíamos estar regidos por un tipo de cambio múltiple. Acá faltan 30 mil millones de dólares anuales. ¿Qué vamos a hacer, regalárselos a los que nos pulsean?

–¿El acuerdo con el FMI soluciona todos los problemas o solo los del sector financiero?

–El arreglo con el FMI soluciona que la Argentina no entre en default, que es el objetivo del Fondo: primero viene que no entres en default. Si no hay plata para pagar afuera, el Fondo te cubre a una tasa menor. Ahora, mientras tanto, cada tres meses te dicen lo que tenés que ir haciendo, cómo tenés que cortar, lo que tenés que hacer. Hasta es posible que algunos especialistas del Fondo sean más racionales que quienes manejan la economía argentina hoy.

–Es mucho decir eso.

–Sí, es mucho decir, pero ellos tienen alguna racionalidad. Por ejemplo, piensan que si se escapara el dólar, habría que cobrarles un impuesto a los exportadores, es decir, una retención. ¿Por qué? Porque, si no, se desequilibran los precios de las commodities.

–¿Habría que imponer las retenciones a algunos cultivos y subir las de la soja?

–No, a los cultivos como el maíz y el trigo no les subiría retenciones porque tenemos un monocultivo, que es la soja. Me hubiera animado a hacer lo que se hizo con la soja, que es definir, siempre negociando con los productores, cuál va a ser la siembra del año siguiente. Este año, la verdad es que venimos de una pésima cosecha, en la que se perdieron ocho mil millones de dólares por exportaciones, de los que seis mil son de la soja. ¿Por qué? Por la sequía primero y porque no se pudo entrar a cosechar a tiempo después y se obtuvo soja de pésima calidad. Todo eso vale, pero con el sector agropecuario hay que hacer acuerdos de largo plazo, que incluso se pueden convertir en ley, porque en el corto plazo nadie quiere ceder nada. Si yo te digo que te voy a bajar el sueldo en un diez por ciento, te vas a oponer, pero si te hago un contrato a cinco años y te aseguro que después vas a estar mejor, es diferente. Un buen acuerdo es cuando ambas partes ceden. Nunca se plantean acuerdos a largo plazo en el país.

–Usted estuvo en una reunión con otros sectores del peronismo bonaerense en General Rodríguez, ¿qué salió de allí?

–Fue un almuerzo con intendentes de la Provincia. Son reuniones que no tienen mayor importancia. Uno se sienta y escucha durante horas lo que pasa en cada lugar, luego expresa su intención de ser candidato y ya está. Es parte de mi campaña.

–¿Sería una posibilidad para usted ir por la gobernación bonaerense?

–No. Lo que ya pasó, ya pasó.

–¿Quién es un buen candidato o candidata para la provincia de Buenos Aires?

–Ya van a aparecer.

–¿Gustavo Menéndez?

–No lo he escuchado nunca a Menéndez decirlo. Se habló de Verónica Magario en algún momento, de Daniel Arroyo y hasta de Martín Insaurralde. Yo no me expido todavía sobre eso. Sí quiero dejar en claro que no juego a presidente para ser gobernador.

–¿Qué fue lo más importante que ocurrió aquí, en Ferrocarril Oeste?

–Que Barrionuevo nos unió (risas).

 

Nicolás Trotta

“De cara a 2019, ni siquiera alcanza con un peronismo unificado”

–¿Puede hacer una evaluación preliminar de lo que se vio en Ferrocarril Oeste?

–Yo creo que es un hecho importante para iniciar un proceso de unidad. Es una representatividad parcial de lo que es el peronismo hoy. Se dio un primer paso y a partir de hoy habrá que buscar a los otros sectores del peronismo, porque de cara a 2019 ni siquiera alcanza con un peronismo unificado. Hay que construir una nueva mayoría, que incluya también a otras expresiones políticas y sociales para poder hacer frente a un gobierno que no sabe gobernar pero sí sabe ganar elecciones. Va a ser un desafío complejo.

–¿El hecho de que haya habido cuórum cuestiona a la intervención?

–Creo que la intervención ha sido tan bizarra, tan ilegítima en la elección de Luis Barrionuevo como interventor, que eso deslegitima cualquier proceso de renovación del Partido Justicialista o puede generar consensos entre las distintas expresiones que conviven dentro de este. Por eso, creo que hoy se logró una representatividad parcial, que es un primer punto de partida para empezar a trabajar por la unidad.

–¿Barrionuevo sería la cabeza de un intento “deskirchnerizador” del peronismo?

–Hacer una discusión de si el peronismo es kirchnerista o no termina siendo una discusión perimida. Me parece que hoy hay que contener a todas las expresiones del peronismo, sin intentar expulsar a ninguna de ellas. De todos modos, Barrionuevo no representa a ningún sector. Si uno ve el equipo de trabajo que ha intentado constituir, no representan ninguna alternativa a futuro. Igual, el kirchnerismo sigue siendo una porción importante del peronismo. Debería estar adentro del partido, por supuesto.

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