Matan a un alcalde polaco amigo del Papa y crece la teoría de que lo quieren sacar

Matan a un alcalde polaco amigo del Papa y crece la teoría de que lo quieren sacar

Pawel Adamowicz fue asesinado a los 53 años en medio de un recital a beneficio de niños pobres. El adelantó de Noticias Urbanas se confirma.


Las conspiraciones políticas son como las brujas: dicen que no existen pero que las hay, las hay. En este caso, el alcalde de Gdansk, Pawel Adamowicz fue asesinado a los 53 años en medio de un recital a beneficio de niños pobres. El ataque fue en manos de un exconvicto con problemas psiquiátricos, quien dejó a los ciudadanos atónitos, ya que Adamowicz gobernó Gdansk durante 20 años.

El dolor llegó hacia el Vaticano, ya que el alcalde era una persona muy allegada al Papa Francisco, igual que el movimiento Solidaridad del que formó parte cuando era estudiante de Derecho. De manera que este lamentable hecho se enmarca en la versión que circula en la Santa Sede: “No pasa de 2019”. Eso quiere decir, tal como lo adelantó en exclusiva Noticias Urbanas,  que existe un sector que quiere destronar a Francisco. El por qué tiene su eslabón desencadenante en los hechos de corrupción y malversación de fondos que se desprende de la historia del Banco del Vaticano.

Según fuentes confiables, Noticias Urbanas ha accedido -fuera del país- a información sensible acerca de 500 trillones de dólares que se encuentran en este momento sin destino en el mundo, a partir de la negativa de Francisco de que el IOR o cualquiera de sus subsidiarias intervenga en “ningún proceso sospechado de lavado” desde el Vaticano. La cuestión es que la suma es tan estrafalaria, para ser más claros corresponde a 500 más quince ceros.

Ese dato es clave para entender las causas que motivan la cconspiración contra Franccisco.

Los eternos rumores acerca de la conspiración contra Jorge Bergoglio, el Papa Francisco arrecian esta vez de una manera feroz. De todos modos el veterano guerrero, iniciado en Guardia de Hierro (argentina y peronista), con un pasaje interesante pero no absoluto por la Compañía de Jesús, se muestra sereno, en paz, conocedor de las distintas problemáticas con que lo bombardean, pero intenta no aparecer abrumado. Ese sería el principio del fin y lo sabe.

En diciembre de 2016, el Sumo Pontífice le había enviado una carta a Pawel, tras el primer coloquio organizado en el Vaticano sobre la crisis humanitaria de los refugiados. “Querido hermano alcalde. Me gustaría agradecerle por participar en la Cumbre organizada por la Academia Pontificia de las Ciencias en mi casa, como respuesta a mi iniciativa. Seguí de cerca los procedimientos de ambos días y soy consciente de su notable éxito. Quería respetar la libertad de todos y cada uno. Me gustaría sugerir la creación de una red de alcaldes. Soy consciente de tus iniciativas, tus luchas personales y tu sufrimiento. Por lo tanto, expreso mi admiración y gratitud por todo lo que hace con inteligencia y coraje para nuestros hermanos y hermanas refugiados. Mi hogar siempre estará abierto para ti y para esta nueva red. Le pido al señor que nunca te abandone, especialmente en este momento difícil, y te acompaño con aprecio y afecto. No olvides orar por mí o, si no lo haces, por favor, piénsalo bien y deséame lo mejor”, escribió Francisco.

Tres días después de finaliza el coloquio, el 13 de diciembre de 2016, Adamowicz recibió en su oficina la carta del Papa que lleva su firma de puño y letra, en color negro y con la pequeña letra por encima del sello de la secretaria privada de su Santidad.

Sin titubeos monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de Ciencias del Vaticano, aseveró a Alfa y Omega que «Pawel murió por defender la justicia. Él fue un gran defensor de los migrantes contra viento y marea, como un admirador del Papa Francisco».

Sánchez Sorondo es uno de los miembros de la curia romana que mejor conocen Polonia, y sobre todo Gdansk, la ciudad portuaria a orilla del mar Báltico, Gdanks, porque fue allí donde nació el movimiento sindical y luego político Solidaridad, que encabezó Lech Walesa en los Astilleros Lenin para enfrentar al dominio de la URSS de Joseph Stalin.

En la basílica de Santa María el 21 de enero despidieron al alcalde asesinado 4.500 personas, mientras en la calle unos 40 mil polacos lo lloraban. A la ceremonia asistieron desde el presidente de Polonia, Andrzej Duda, al presidente del concejo europeo, Donald Tusk, o el premio nobel de la Paz Lech Walesa, amigo de Juan Pablo II. Todos ellos escucharon al cardenal de Varsovia, la ciudad de Polonia, quien expresó la esperanza de que la muerte del alcalde «sea también una llamada a un examen de conciencia, especialmente en lo que se refiere al amor fraterno y a las actividades sociales de los políticos, de los operadores de los medios de comunicación, pero también de la Iglesia», reveló el medio Alfa y Omega.

Pawel Adamowicz se hizo conocido como coorganizador de las huelgas de 1988 en la Universidad de Derecho y líder del comité de huelga. Luego se sumó a Solidaridad. En 1998 se convirtió en alcalde y el 10 de noviembre de 2002 fue reelegido con un 72 % de los votos en la segunda vuelta, siendo reelegido en primera vuelta en 2006, 2010 y 2014.

En las elecciones locales de 2018 venció de nuevo, esta vez en segunda vuelta. Era miembro del partido opositor, la fuerza liberal de centro derecha Plataforma Ciudadana.

Como sucede en el resto de Europa, las discusiones políticas en Polonia han subido de tono, en un momento de creciente tensión social y violencia verbal. Su amigo con responsabilidad en el Consejo Europeo dijo en la Basílica: «Querido padre quiero prometerte hoy en nombre de todos nosotros ciudadanos de Gdanks, Polonia y Europa, que por todos ustedes defenderemos nuestra Gdanks, Polonia y Europa, contra el odio y el desprecio, se lo prometemos, adiós padre».

Antes de dejar las cenizas enterradas en la Basílica Santa María, Magdalena, su esposa, lo despidió diciendo: «Abriste brechas para frenar el odio, tu pensamiento nos da fuerza, algo que es muy necesario ahora que vienen años difíciles».

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