El viaje tiene dos hechos que parecen direccionados, o al menos, sirven de base para lo que iba a venir. Por un lado, la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, lanzó esta semana un línea de créditos para las pymes y además se viene quejando hace rato de la remarcación de precios. Por el otro lado, la ministra de Desarrollo Social, es la que lleva adelante el programa nacional de urbanización de villas que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri.
Ambas figuras, muy importantes dentro Pro, junto al jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, viajan a Roma para reunirse con el papa Francisco.
En la audiencia, prevista para este jueves en el Vaticano, la gobernadora bonaerense junto a la ministra nacional le planteará al Sumo Pontífice la problemática de situación social del país y la provincia de Buenos Aires. Y también, llevarán a la reunión con el Vaticano las acciones del gobierno para la lucha contra mafias, el narcotráfico y el trabajo para prevención y atención de adicciones.
La relación de Vidal, Stanley y Salvai con el Papa se remonta a cuando los tres funcionarios macristas trabajaban juntos en el Ministerio de Desarrollo social porteño y el entonces monseñor Bergoglio era arzobispo de Ciudad. Vidal fue ministra y al pasar a la vicejefatura porteña, la sucedió Stanley.
Tanto Vidal como Salvai y Stanley mantuvieron activo el vínculo con el Papa, aún en medio del malhumor vaticano durante la visita de Mauricio Macri al Papa -octubre de 2016- y ahora, con el tema del Aborto, debate que el gobierno macrista habilitó y dejó en libertad de acción a sus diputados y senadores.
Salvai y Stanley vieron a Francisco en febrero de 2016.
