Es importante señalar, sobre un hecho que merece nuestra crítica y es de dominio público, como fue la ocupación forzada del Colegio Nacional de Buenos Aires, en dos oportunidades, en las cuales nos encontrábamos dictando clases en el turno vespertino.
Un grupo de alumnos universitarios (y algunos que no lo eran) identificados con el Partido Obrero y el P.T.S irrumpieron en las clases, con una actitud agresiva y prepotente, donde interpelaron a algunas compañeras docentes. Téngase en cuenta que en el Colegio existen varias divisiones con alumnos de 12, 13 y 14 años.
El pretexto de las acciones fue la candidatura a Rector de la UBA del actual Decano de la Facultad de Derecho Atilio Alterini, que ¡oh casualidad! no fue cuestionado por estas mismas fuerzas políticas, cuando el mismo asumió como Decano de su actual facultad.
Mas allá de que nos guste o no dicha candidatura (dicho sea de paso se podría haber sido más prolijo en la elección del candidato) sin embargo, el propósito de estas fuerzas es romper lisa y llanamente la Asamblea Universitaria, aunque esta haya sido convocada respetando todos los pasos legales de acuerdo a derecho.
Estos sectores, con el aire político que le otorgan algunas actitudes de Decanos irresponsables que no saben que hacer en sus propias facultades con estas fuerzas, que prácticamente cogobiernan los decanatos, cuestionan el propio funcionamiento democrático de la Universidad.
Primero propusieron que el voto sea totalmente igualitario y no de representación indirecta, con lo cual de hecho serían los estudiantes quienes por mayoría de miembros terminarían eligiendo al Rector. Luego, cuando se dieron cuenta que dicha propuesta era cuanto menos irreal, propusieron poner en primer punto de la discusión de la próxima Asamblea la necesidad de reformular los estatutos de la UBA.
Sobre esto lo menos que se puede decir es que es un mero oportunismo, porque en realidad participaron de todos los pasos eleccionarios y perdieron con el voto democrático de los distintos claustros.
Podemos aceptar que la UBA posiblemente necesite una reforma profunda de sus criterios de representación, pero dicho proceso deberá encararlo el próximo Rector y el nuevo Consejo Superior elegido democráticamente.
La Asamblea Universitaria que tendría que realizarse el próximo martes 18 a la mañana, puede iniciar el camino de la discusión, claro, por supuesto, siempre que se pueda garantizar que funcione, porque ya hay amenazas de que el Colegio volverá a ser tomado.
La decadencia parece interminable y uno honestamente por lo menos deberá hacerse algunas necesarias preguntas. ¿Con este nivel de violencia, se puede discutir mejorar la democratización de la Universidad? ¿Por qué sectores insignificantes en la vida política del país, (como lo indican las ultimas elecciones legislativas donde prácticamente fueron borrados electoralmente), sin embargo, tienen la impunidad de romper los mecanismos representativos legales? ¿Quién o quienes los sostienen. Acaso desde la actual conducción, para que el actual Rector termine siendo nuevamente la síntesis en el río revuelto?
Debemos seriamente poner en discusión varias cosas con respecto a la UBA: Sistema de representación, concursos no realizados, sistema de becas o subsidios no muy claros, mejoramiento del perfil académico, ampliación del voto docente, facultades que retomen su verdadero rol porque en la actualidad se parecen más a una feria persa que a una casa de estudios, control de la gestión, criterio del gasto, etc.
Sin embargo, debemos terminar con algunas hipocresías. Así como se discute críticamente la candidatura de Alterini, se debe discutir la demagogia irresponsable de algunos Decanos que como perdieron los votos también perdieron el rumbo.
Esperemos que la Asamblea pueda sesionar como corresponde y se pueda debatir con racionalidad y democracia.
Prof. Daniel Lenci.
Profesor Titular Regular del Colegio Nacional de Bs.As.
Docente e Investigador de la UBA
Coautor de los Manuales Santillana de Historia.