La moral de Aníbal Ibarra

La moral de Aníbal Ibarra

Aníbal Ibarra podrá haberse iniciado políticamente en el Partido Comunista y laboralmente en la justicia del último gobierno militar, lo que no debemos permitirle es que, con la excusa de "educar", inicie a nuestros jóvenes en valores contrarios al orden natural


El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que encabeza Anibal Ibarra acaba de poner en marcha por intermedio de los secretarios de Educación y Salud, Roxana Perazza y Alfredo Stern, "El programa conjunto de prevención del Sida". Dicho programa se lanzó recientemente en la Escuela de Comercio Nº 1 "Joaquín V. González", ubicada en Benito Martín 1649 y se extenderá a todas las escuelas de la jurisdicción porteña. Mediante material especialmente confeccionado se comienza por los docentes y los alumnos a partir de 3º año (14 años) previéndose su circulación masiva a corto plazo.

El enfoque básico del aludido programa consiste en la idea de que el Sida puede disociarse de la moral y la conducta consecuente, bastando adoptar algunos recaudos para prevenirlo. Por ejemplo, en la página oficial del gobierno porteño se dice que "El preservativo es el único método para prevenir el Sida en las relaciones sexuales y a la vez para evitar el embarazo", tal cual el lema oficial de la pedagogía cubana.

De ello se infiere que 1º) Los niños van a ser "educados" por educadores que desconocen el tema porque también van a ser educandos. 2º) Los contenidos del programa están disociados de cualquier referencia moral basándose solamente en un criterio biologicista. 3º) Se margina a la familia y fundamentalmente a los padres, de la formación moral de sus hijos menores apropiándose el estado de la misma. 4º) Se basa en un criterio falso y superado como el que sostiene que "El preservativo es el único método para prevenir el Sida en las relaciones sexuales y a la vez para evitar el embarazo".

Las bondades atribuidas al preservativo no son tales ya que ostenta una tasa de fallas del orden del 20 por ciento según la propia Organización Mundial de la Salud. Por otra parte, el virus es 500 veces inferior al tamaño de un espermatozoide, traspasando muchas veces el látex con que está fabricado. Por último, el contagio puede resultar del intercambio de múltiples fluidos corporales -sangre, semen, flujo, leche materna, etc.- (cfe. Academia Americana de Medicina, febrero 2002) ante lo cual nada puede hacer el preservativo. Ignora además que la monogamia heterosexual es el mejor antídoto contra el flagelo. Por último, desconoce sorprendentemente que los métodos naturales como el Billings no tienen consecuencias para la salud humana, no son abortivos, son gratuitos y tienen una eficacia del orden del 99 por ciento.

No es la primera vez que Aníbal Ibarra ataca a la vida y a la familia y a los valores que la fundamentan, recordemos su negativa a vetar la ley que ordena a los comerciantes que prestan el servicio al público de Internet de la obligación que les impone de desconectar cualquier filtro antipornográfico cuando el usuario tenga 16 años; o su autorización para cortar parte del centro de la ciudad para sesiones fotográficas de desnudos con menores incluídos en las mismas; o el expendio en los hospitales de abortivos -anticoncepción de emergencia- a través de píldoras del día después que nuestra legislación prohíbe; o la instrucción dada a su cuñado el Procurador General para que apele la declaración de inconstitucionalidad decretada sobre la ley de salud reproductiva por violatoria de la patria potestad; o el convenio con organizaciones promotoras de la homosexualidad para que "instruyan" a niños; o su defensa reiterada del Código de Convivencia que ha legalizado la prostitución y el alcoholismo en la vía pública; o su satifacción pública por la ley de "uniones civiles" que otorga protección y reconocimiento estatal a las uniones homosexuales en detrimento del matrimonio; o la reciente promulgación de la ley de "embarazos incompatibles con la vida" que autoriza el asesinato de niños enfermos de anencefalia.

Esto es una somera síntesis del proceder de Aníbal Ibarra en cuestiones tan sensibles que hacen a la formación de nuestros niños y sobre la cual el movimiento por la defensa de la vida vuelve a llamar la atención. Aníbal Ibarra podrá haberse iniciado políticamente en el Partido Comunista y laboralmente en la justicia del último gobierno militar, lo que no debemos permitirle es que, con la excusa de "educar", inicie a nuestros jóvenes en valores contrarios al orden natural.

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