La carne siempre fue uno de los elementos característicos de nuestro país. La imagen de un rodeo en la inmensidad de la pampa resulta una de las más familiares identificaciones de la Argentina en todo el mundo.
Pero también el mundo de la carne siempre estuvo vinculado a conflictos políticos y económicos, muchas veces no exentos de prácticas criminales y hasta mafiosas. El asesinato del senador Enzo Bordabehere el 23 de julio de 1935 en el propio recinto del Senado de la Nación resulta quizás el hecho histórico más dramático de los intereses que desde siempre estuvieron vinculados al negocio de la carne en nuestro país.
El Mercado de Hacienda de Liniers no estuvo ajeno a las polémicas a lo largo de su historia. Su instalación en el predio actual, que hoy se extiende a 32 héctareas, demoró más de 10 años, desde que se colocó la piedra fundamental del establecimiento (el 14 de abril de 1889) hasta que se faenó el primer animal, producto, por un lado, de las resistencias de los originales mataderos del sur, ubicados a orillas del Riachuelo, a trasladarse al nuevo emplazamiento; y, por otro lado, de las denuncias por irregularidades en el proceso de construcción de la obra que derivaron en conflictos institucionales y judiciales en la Ciudad de aquella época.
Hoy, el Mercado de Hacienda, sigue fiel a sus orígenes e historia conflictiva, al momento de ejecutar su traslado de la Ciudad de Buenos Aires, necesidad impostergable para el barrio de Mataderos.
Ya en 1977 se decidió por primera vez su traslado fuera de la Ciudad, a la localidad de Mercedes y, a mediados de los 80 se evaluó la posibilidad de trasladarlo a Chascomús.
Como puede observarse, el traslado del Mercado no es un tema nuevo. A los argumentos de ese entonces basados en las consecuencias negativas para la actividad que acarrea el bajar el ganado en el Mercado para luego volver a subirlo a los camiones para trasladarlo a las plantas de faena en el conurbano (gasto superfluo en fletes, aumento de las lesiones y de la mortandad de los animales e ineficiente uso del parque automotor), se le agregaron la creciente contaminación ambiental que los años de trabajo del Mercado han producido en la zona (desechos vertidos a las redes pluviales, cloacas tapadas por los desechos y tripas animales, y malos olores en las casas), la deficiencia de equipamiento e infraestructura de las calles que no resisten la entrada de los entre 300 y 400 camiones que circulan diariamente por el barrio, y la inconveniencia de la entrada diaria de entre 10.000 y 12.000 animales en pie a la Ciudad de Buenos Aires, contraviniendo lo previsto por la Ley 622.
Por otra parte, el Mercado de Liniers ya no funciona como concentrador de la actividad cuando se comercializaba en él más del 50 por ciento del ganado destinado a faena, ya que actualmente apenas concentra alrededor del 15 por ciento.
Además, los falsos fletes y sus consecuencias ya mencionadas encarecen el costo de la carne en cerca de un 7 por ciento. Y por si esto fuera poco, un predio comprado por el propio Mercado en la localidad de San Vicente espera constituirse en su próximo emplazamiento, habiéndose concluido ya las obras viales necesarias para recibir los camiones con la hacienda.
En definitiva, parece que sólo un puñado de intereses mezquinos hacen posible que el Mercado de Liniers permanezca en su actual emplazamiento.
El Convenio 32/2002 firmado conjuntamente con el Mercado de Hacienda de Liniers S.A. y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires establecía un plazo impostergable de dos años, más un año de prórroga, que vence el próximo 8 de setiembre, para que se efectuara el tan ansiado traslado del Mercado.
El pasado 30 de junio, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Mercado de Hacienda de Liniers S.A. firmaron sin conocimiento de la Ciudad el Acta Acuerdo Nº5/05 por medio del cual prorrogan por 5 años la permanencia del Mercado de Hacienda en su actual emplazamiento.
Este acuerdo presenta dos flagrantes nulidades:
1.- Vulnera la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires al desconocer al Gobierno de la Ciudad Autónoma como parte del Convenio.
2.- Prorroga por vía de un convenio una concesión que fue adjudicada oportunamente por un plazo de 10 años, vencidos el 8 de setiembre de 2002, extendiéndola de hecho a 18 años, lo que constituye una abierta violación del contrato de concesión oportunamente firmado por el Gobierno Nacional.
La Legislatura ya manifestó su preocupación por medio de la Declaración Nº244/05, impulsada por los Diputados Suppa y Rebot, que fue aprobada en la sesión del pasado 12 de agosto.
Es de esperar que el Presidente Kirchner no ratifique este convenio y que el Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra actúe con la debida celeridad y firmeza para hacer valer los derechos de la Ciudad.
Estoy seguro que los Diputados de la Ciudad no vamos a dudar en hacer respetar los derechos de la Ciudad y de todos sus vecinos.
*Legislador del ARI