¿Qué votamos el 14?

¿Qué votamos el 14?

La Provincia no estalló en mil pedazos como muchos habían pronosticado. En ese contexto, no renunció en encarar un nuevo modelo de Estado provincial y una profunda reforma política que verá sus frutos en un tiempo más que razonable. Esta es la diferencia que la mayoría de las encuestas realizadas demuestran con respecto a otros candidatos.


Ya sea por casualidad o decisión política, lo cierto es que el 14 de Septiembre, estaremos eligiendo quienes nos gobernarán durante los próximos cuatro años. Por lo tanto no se trata tan solo de un dato más, sino de un hecho político que sin lugar a dudas definirá en algunos aspectos un destino en común.

Las últimas experiencias demuestran que la presencia del presidente Kirchner potencia al candidato solamente cuando éste, mantiene altos niveles de credibilidad con su electorado. Aníbal Ibarra superó con dificultades el 32 por ciento. Esta realidad demuestra que la gente al momento de elegir, separa claramente lo nacional de lo local, y lo unifica, cuando la propuesta en el ámbito local es creíble.

Solá en cambio, heredó sin proponérselo, una provincia sin recursos económicos disponibles, con sus cuentas en rojo, un déficit fiscal inconmensurable y una estructura de gobierno obsoleta y pesada incapaz de dar respuestas a corto o mediano plazo.

La Provincia no estalló en mil pedazos como muchos habían pronosticado. En ese contexto, no renunció en encarar un nuevo modelo de Estado provincial y una profunda reforma política que verá sus frutos en un tiempo más que razonable.

Esta es la diferencia que la mayoría de las encuestas realizadas demuestran con respecto a otros candidatos.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires las cosas son muy distintas. El porteño mantiene una relación muy fuerte de pertenencia con su lugar . Esto lo lleva a preocuparse por los problemas de la ciudad hasta en su más mínimo detalle.

Siente mancillado su orgullo, su autoestima afectada y la soberbia (como propios y extraños los calificaron) en picada.

Macri, el ganador de la primera vuelta electoral, es un hombre que incursiona en política por primera vez. Presidente del club de fútbol más popular de la Argentina, llevó adelante una administración poco cuestionada y acompañada por rotundos éxitos deportivos. Lleva sobre su mochila un apellido simbólico de la peor dirigencia empresarial de los años 90′.

Ibarra, dueño de un capital político envidiable, gobierna Buenos Aires desde hace casi ya cuatro años. Sin embargo en sus mensajes de campaña se presenta como lo nuevo.

Tiene a su favor un perfil progresista y de coherencia ideológica con respecto a la política de los derechos humanos. Pero se lo identifica también como el último resabio de la Alianza, compartiendo con De la Rúa la responsabilidad del caos y la profundización de la crisis más importante de la Argentina.

Hay mucho en común, una región metropolitana con asuntos que los involucran, un territorio de 8.000 kilómetros cuadrados. en el que viven 12 millones de habitantes que producen el 40 por ciento del PBN. Una gran mancha urbana alrededor de la Ciudad Autónoma que la vincula con 24 partidos del conurbano bonaerense, conviviendo cuatro instancias jurisdiccionales diferentes, la Nación, la Provincia, los Municipios y la capital de la República.

Es necesario entonces, que seamos nosotros quienes decidamos qué Ciudad y qué Provincia queremos, para hacer posible una Argentina Mejor.

* Vicepresidente de la Fundación Banco Provincia y presidente del Espacio Plaza

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