La derrota en las elecciones de 2015, dejó a la agrupación juvenil sin sus grandes fuentes de financiamiento.
La pérdida de cargos en ministerios y empresas del Estado, y los despidos de empleados del sector público afectaron en gran medida a sus integrantes quienes donaban una parte importante de sus ingresos para el mantenimiento de las actividades y en “apoyo del modelo”.
Pero las necesidades que les impone el enfrentamiento al neoliberalismo son muchas. Por eso, el hijo de la ex Presidenta reorganizó un esquema de piezas claves, que en su mayoría tienen cargos ejecutivos.
Tal es el caso de Walter Vuoto, intendente de Ushuaia, quien no duda en definirse como “amigo de Máximo desde hace años” y como co-fundador de la agrupación.
Para eso, se desprendió de la modesta oficina que tenía el Intendente anterior y, a cambio, generó una importante estructura organizativa que funciona como una suerte de embajada del Municipio de Ushuaia en la Ciudad de Buenos Aires, multiplicando por miles de pesos las necesidades presupuestarias para sostenerla.
De los 15 millones de pesos que todos los meses figuran bajo el ítem de Gastos Políticos del Presupuesto del Municipio, una parte importante son destinados a cubrir las necesidades de la representación porteña. Y la otra, a cubrir la campaña de la candidatura a diputado Nacional de Martín Pérez, impulsado por La Cámpora de la mano de la ex gobernadora Fabiana Ríos.
Pero la delegación fueguina cuenta con otra perla. Allí también hacen pié muchos asesores y colaboradores del ex Ministro de Economía Axel Kicillof.
Como actual diputado Nacional, Kicillof se encarga de promocionar los viajes a Ushuaia desde la Comisión de Economía que preside, para que todos los interesados puedan conocer de primera mano los distintos aspectos del desarrollo industrial local y el impacto negativo de la política económica del actual Gobierno en el régimen de promoción industrial.
Lo que parece una defensa desinteresada de la industria fueguina no lo es. Cuando era Ministro de Economía escribió diversos papers que justificaban limitar el esquema de exenciones impositivas que beneficiaban al territorio austral y esgrimía entre las razones el enorme gasto fiscal producto de las mismas y el agravamiento del déficit comercial por los insumos importados de las fábricas fueguinas.
Tal parece que, si bien Vuoto ahora logró “convencer” al ex Ministro de las bondades de su modelo industrial, no logra acertar con una gestión que aparece cada vez más deslucida.
El abandono, las calles en mal estado y la falta de higiene son la principal carta de presentación de la capital austral.
Los 15 millones de pesos mensuales destinados a Gastos Políticos alcanzarían para reparar 750 baches al mes. Sin embargo, tanto Vuoto como Pérez, verdaderos “soldados del modelo”, eligen atender las necesidades de la estructura política que lo vio nacer antes que la de los fueguinos, que solo reciben justificaciones de un gobierno municipal ausente.
